El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte, presentarán pruebas científicas ante un tribunal de Estados Unidos para demostrar que ella es una mujer biológica.
La medida forma parte de una demanda por difamación contra la influencer estadounidense Candace Owens, quien difundió en redes sociales la teoría conspirativa de que la primera dama francesa “nació en un cuerpo masculino”.

Una demanda por difamación que cruzó el Atlántico
El abogado del matrimonio presidencial, Tom Clare, explicó al podcast Fame Under Fire de la BBC que Brigitte Macron encontró las acusaciones “increíblemente perturbadoras” y que representan una “distracción” para el mandatario francés.
“Es increíblemente perturbador pensar que uno tiene que ir y someterse a este tipo de pruebas”, señaló el letrado.
Clare adelantó que se presentará “testimonio experto de naturaleza científica” para demostrar de manera “genérica y específica” que las afirmaciones de Owens son falsas. También se incluirían fotografías de Brigitte embarazada y criando a sus hijos, que serán entregadas al tribunal bajo las normas de evidencia estadounidenses.
La defensa de Owens, excomentarista del medio conservador Daily Wire, respondió con una moción para desestimar la demanda. En marzo de 2024, la influencer llegó a afirmar que pondría en juego “toda su reputación profesional” en torno a la acusación.
Contexto político en Francia
Mientras el escándalo mediático avanza en los tribunales de EE.UU., Macron enfrenta turbulencias políticas en París. Esta semana nombró al ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, como nuevo primer ministro, el cuarto en un año, luego de la dimisión de François Bayrou tras perder una cuestión de confianza en la Asamblea Nacional.
El nuevo jefe de Gobierno tendrá la tarea de resolver la crisis presupuestaria en un parlamento dividido, con Francia presionada por la Unión Europea para reducir un déficit que casi duplica el límite del 3% y una deuda pública que equivale al 114% del PBI.
Un caso que mezcla política, redes y vida privada
La decisión de los Macron de acudir a la justicia estadounidense revela cómo los rumores en redes sociales pueden escalar a nivel internacional, obligando a figuras públicas a dar pruebas de su vida privada. El juicio, que aún no tiene fecha, podría sentar un precedente en la lucha contra la desinformación y las campañas de difamación en línea.