En una audiencia marcada por la tensión, el Tribunal rechazó un pedido de Alejandro Cipolla, abogado defensor de Brenda Uliarte, quien solicitó que Cristina Kirchner volviera a declarar en el juicio por el intento de magnicidio que sufrió en 2022. Cipolla argumentó que la vicepresidenta debía volver a testificar para esclarecer su postura sobre el feminismo y su identidad de género, basándose en una declaración previa en la que ella expresó que no se considera feminista.
Su objetivo era cuestionar la ampliación de la acusación en la modalidad de violencia política por razones de género. Sin embargo, la presidenta del Tribunal, Sabrina Namer, desestimó la petición de Cipolla, calificándola de inapropiada y afirmando que “no hay ninguna duda de la condición de mujer de la víctima”. Además, la querella advirtió que el pedido constituía una “nueva forma de violencia” contra Kirchner y señaló que parecía buscar repercusión mediática en lugar de contribuir al caso.
Detención por falso testimonio y revisión del celular de Sabag Montiel
La jornada también incluyó la detención de una testigo, Lidia Alejandra Benítez, por presunto falso testimonio. Durante el juicio, Benítez se contradijo respecto a sus declaraciones anteriores sobre Nicolás Carrizo, otro de los acusados, en las que afirmaba que él poseía un arma. En su testimonio más reciente, Benítez dijo que sus declaraciones previas habían sido incorrectas y atribuyó las inconsistencias a los nervios.
En paralelo, el Tribunal aprobó un tercer intento de peritaje del celular de Fernando Sabag Montiel, el principal acusado. Anteriormente, las fallas técnicas impidieron acceder al contenido del dispositivo, y la querella había propuesto que expertos iraníes llevaran a cabo la apertura. Sin embargo, al no concretarse esa opción, peritos argentinos realizarán el intento final, aunque advirtieron que el procedimiento implica el riesgo de una pérdida completa de datos del dispositivo.