Las nuevas autoridades del Senado de la Nación tuvieron que tomar una insólita medida para que los nuevos legisladores tengan a su disposición los despachos que les corresponde. Es que un total de 12 exsenadores no hicieron entrega de las llaves de sus oficinas tras dejar sus cargos.
Fue la propia vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, quien solicitó a la secretaria administrativa, María Laura Izzo, que desaloje las mencionadas oficinas así se hace entrega de esos espacios a los nuevos representantes.
En el documento confeccionado por Izzo, se da constancia que luego de la renovación de un tercio de la Cámara Alta “los senadores con mandato cumplido no han restituido en debida forma los despachos que oportunamente se les asignaron para el ejercicio de sus funcionarios parlamentarias antes del 10 de diciembre del corriente año”.
Según lo detalló Infobae, las miradas están puestas en personal que aún no encontró asilo con otro senador y que están refugiados en las denominadas “cuevas”, como suele ocurrir en el Anexo de la Cámara alta. Desde varios sectores apuntan, en particular, a una del primer piso, con fuerte filiación cristinista.
Según la resolución de Izzo, “la Secretaría Administrativa procederá a efectuar la distribución y asignación equitativa de despachos y oficinas a los senadores entrantes y bloques parlamentarios, a efectos de optimizar el aprovechamiento de los espacios físicos con que cuenta el Honorable Senado de la Nación para un adecuado desarrollo de la labor parlamentaria”. Esto tampoco se cumple, ya que legisladores salientes han entregado llaves a algún ingresante -incluso, a otras personas- de manera personal.
“Los despachos y oficinas relevadas identificados en el Anexo I, que forman parte integrante de la presente resolución, deberán ser entregados junto con el mobiliario a la Dirección General de Administración, en el plazo veinticuatro (24) horas a contar desde la notificación de la presente”, manifiesta la resolución 1209/23. Los mismos son: del Palacio, 14 A, 75 A y 84 D; y de la “Caja” -Anexo-, 321, 402, 403, 409, 503, 711 y 709, entre otros.
El senador que se sentó en un “banquito”
La controversia por las oficinas en el Senado de la Nación tomó estado público el martes pasado, cuando el legislador santacruceño José María Carambia se instaló en el primer piso del Palacio Legislativo con una mesa y silla de camping.
Todo ocurrió a metros de la oficina de Victoria Villarruel cuando la vicepresidenta recibía al embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.