Cualquier propuesta para avanzar con una reforma laboral en la Argentina corre el riesgo de perecer antes de habilitar una discusión equilibrada sobre los cambios que se deberían aplicar en la legislación actual para afrontar los desafíos futuros en el mundo del trabajo.
Es un tema sensible siempre presente pero que toma fuerza en los escenarios electorales, sobre todo, por los contrastes de quienes defienden el sistema actual y aquellos que advierten que en el mercado laboral predomina la informalidad y eso atenta también contra la calidad.
Atentos a la próxima contienda presidencial, los principales referentes empresariales unificaron a fines del año pasado sus planteos para avanzar en una reforma laboral. Los referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) lo hicieron bajo el lema “El futuro lo producimos entre todos”.
Durante el gobierno de Cambiemos, que presidió Mauricio Macri, hubo algunos intentos para avanzar con modificaciones generalizadas (mediante proyectos de ley que se giraron al Congreso de la Nación) y se ponderaron los acuerdos en el sector de los petroleros, para aquellos trabajadores abocados la extracción de shale no convencional de Vaca Muerta, en Smata y en la Uocra.
Para contrastar, el presidente Alberto Fernández tomó distancia de las pretensiones macristas al asegurar que “no habrá una reforma previsional ni una reforma laboral” durante su gestión, incluso, luego de alcanzar un nuevo entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar la deuda de alrededor de 45.000 millones de dólares que solicitó Macri en 2018.
Los contrapuntos en torno a las condiciones vigentes en el mercado laboral se intensificaron en la recta final hacia las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) donde los precandidatos presidenciales sentaron sus posiciones sobre un tema que roza la categoría tabú.
Justamente el precandidato a presidente de la coalición oficialista Unión por la Patria (UP) y ministro de Economía, Sergio Massa, tomó el tema como una bandera para criticar a sus rivales de Juntos por el Cambio (JPC). “JPC plantea eliminar derechos de los convenios colectivos de trabajo y promueve la precarización laboral”, alertó Massa al encabezar un acto en Córdoba con representantes gremiales.
Aunque no plantea cambios profundos, Massa evalúa alternativas, tal como lo señaló la fugaz ministra de Economía y una de las coordinadoras de los equipos de campaña, Silvina Batakis. “Nosotros entendemos que el mundo que viene: la revolución 4.0, la digitalización, la Inteligencia Artificial trae nuevos desafíos en la matriz laboral de todo el mundo y en la Argentina. Esta revolución industrial, la cuarta revolución industrial, la verdad va a traer nuevos desafíos y nosotros tenemos que trabajarlos, nosotros lo vamos a trabajar con los sindicatos”, señaló.
La titular del Banco Nación agregó que la intención de la coalición oficialista es reunirse “con los sindicatos, con los empresarios y elaborar una propuesta moderna pero con derechos”. “Reconocemos que muchos trabajadores hoy no están bajo convenio y necesitamos ver la forma de proteger esos nuevos trabajos, pero sobre todo queremos generar nuevos trabajos. Después se pueden discutir las condiciones”, completó.
En JPC no vacilan al afirmar que se deben implementar modificaciones para, entre otras cuestiones, desalentar la industria de los juicios laborales. “Por supuesto que hay que ir a una reforma laboral”, repite Patricia Bullrich, una de las precandidatas presidenciales de la coalición opositora. Pero los detalles de su propuesta los expuso su colaborador Dante Sica, luego de indicar que es necesario “adecuar toda la normativa laboral”.
Sica causó revuelo al proponer “suspender” el concepto de ultraactividad de todos los convenios colectivos de trabajo para establecer su modernización. “De la totalidad de los convenios colectivos, el 50 por ciento son de antes de la década del 80. Están regulando actividades en un mundo totalmente distinto. Hay convenios de 1975 y cuando se miran las categorías laborales ya ni existen o la normativa a la que se ajustan no tiene nada que ver con la dinámica de la nueva tecnología en el mundo laboral. Hay que acelerar la renovación de todos los convenios colectivos”, justificó.
En tanto, el otro precandidato presidencial de JPC y jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta habla de una “revolución del trabajo” en su plataforma electoral que también contempla el “fin de la industria del juicio” y un “freno a las discrecionalidades abiertas con multas impagables que llevan a la quiebra a las PyMES”.
Además, propone crear un Fondo de Cese Voluntario para actividades de alta rotación, un nuevo régimen para el trabajo independiente y hasta promete terminar con los “bloqueos como forma de extorsión” con el uso de las fuerzas de seguridad.
Las propuestas de los otros precandidatos
El aspirante presidencial por la Libertad Avanza, Javier Milei, también impulsa una reforma laboral con el caso de la Uocra como referencia que replique “un esquema de seguros de desempleo con mayor profundidad financiera”.
También el candidato presidencial de Hacemos por Nuestro País y gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, sostiene que es necesario implementar cambios para potenciar el mercado laboral. “Las que generan empleo son las pymes. Hay que tener una legislación que no impida si se ve obligado a despedir, con un Fondo de Garantía de Trabajo, bajando cargas sociales para el empleador”, subrayó.
Seguido, el peronista no kirchnerista puntualizó que ese fondo debería ser como el que tiene Brasil: “Se bajan las cargas sociales y con eso se arma un fondo para que las PyMEs tengan mayor tranquilidad para poder incorporar trabajadores”.
Por lo pronto, en el Frente de Izquierda rechazan la posibilidad de analizar modificaciones en el régimen laboral. “Queremos defender los convenios y los derechos laborales, no eliminarlos”, sintetizó Gabriel Solano, uno de los precandidatos presidenciales de ese espacio.