En calidad de ministro de Economía y a la vez, en claro modo electoral, Sergio Massa anunció la liberación de trabas para las importaciones industriales. “Hemos tomado la decisión de liberar para todas las PyMEs industriales de la Argentina, todas las SIRAs que estaban pendientes y algunos lo empezaron a ver hoy, otros lo verán el lunes o el martes”, estimó. Los empresarios reunidos en Paraná por la Unión Industrial Argentina aplaudieron al candidato presidencial de Unión por la Patria.
Los empresarios también le festejaron el comentario que agregó al anuncio. “Recién le dije a Daniel (Funes de Rioja, titular de la UIA) que no liberamos las SIRAs porque es el día de la Industria”, aclaró para dejar un dato macro que sacó otro aplauso: “Agosto fue el mes de mayor acumulación de reservas del Banco Central desde agosto del 2006. Casi 2.000 millones de dólares”, dijo Massa. Esa “acumulación de reservas”, explicó, permite empezar a regularizar las autorizaciones para importar que el gobierno viene pisando por escasez de dólares.
En Entre Ríos (donde el jueves anunció otra edición del PreViaje), Massa volvió a contar con un auditorio representativo del establishment, igual que hace una semana en el Council of the Americas. Massa se desenvuelve en confianza, cambia sonrisas y bromas. Interrumpió un par de veces su discurso para saludar a algún empresario, puso ejemplos mencionando a otro de los presentes. “Al entrar saludé a (Héctor) Motta. Le preguntaría a él de qué va a trabajar su gente, su industria avícola que es valor agregado, si cerramos el mercado de China”, especuló Massa.
Igual con los directivos de Stellantis: “Si rompemos el Mercosur, qué pasa con la industria automotriz y su cadena autopartista. Le pregunto a Stellantis: a cuánto caería la producción del (Peugeot) 2008 en la Argentina y qué haríamos con las pymes autopartistas que representan el 50 por ciento del 2008″.
“Los que hacen negocios con China saben que son supercapitalistas para discutir”, dijo también con tono cómplice, en referencia al la propuesta de Javier Milei de interrumpir “el comercio con países comunistas”.
“No me gustan las SIRAs, pero Argentina arrancó el año pensando que iba a comprar por 100 mil millones de dólares e íbamos a vender por 110 mil millones. En el medio nos tocó vivir la peor sequía de la historia argentina”, reiteró para justificar el mecanismo regulatorio que frenó importaciones.
Le reconoció a los industriales el esfuerzo frente a los problemas de la economía. “Se protesta, pero se paga”, contó Massa que le dijo en privado Funes de Rioja. El titular de la UIA le devolvió una sonrisa.
Massa reiteró que el FMI le pidió una devaluación del 100% y el congelamiento de las importaciones. “Eso es recesión con 30% de pérdida de la masa de empleos industriales de la Argentina. Por eso nos llevó cuatro meses la discusión. Defendimos la industria nacional y la capacidad de tomar decisiones dentro de nuestro país”, dijo en otro párrafo aplaudido por los industriales.
Como ministro anunció el alivio al cepo importador, y como candidato de Unión por la Patria buscó exponer horizontes auspiciosos: dijo que la etapa de la escasez de dólares terminó “porque Argentina recupera en el 2024 su libertad desde el punto de vista de la cuenta comercial”.
Aludió a los ingresos de dólares que se prevén desde el sector minero (“tenemos que industrializar la riqueza”, les demandó a las provincias), y también desde el sector energético. “El 14 de mayo próximo, gobierne quien gobierne, va a estar terminado el gasoducto Reversal del Norte”, pronosticó.
Massa empezó el discurso en la UIA expresando su solidaridad con Cristina Kirchner, a un año del intento de magnicidio. Funes de Rioja recordó que el año pasado la UIA suspendió la celebración ante la gravedad del hecho.
El candidato presidencial terminó su intervención con un mensaje que, al parecer, será eje de la campaña electoral que formalmente empieza hoy: la convocatoria a un eventual gobierno de unidad nacional.
La idea ya fue expuesta el viernes pasado en Tío Pujio, Córdoba, en el acto para licitar el Reversal de Norte. Allí, Massa, invitó al peronismo cordobés a sumarse a “un gobierno de unidad nacional”, y dejó elogios para Martín Llaryora y Juan Schiaretti.
“Hay un tiempo que termina y uno que empieza. Estoy convencido de que Argentina necesita, desde el 10 de diciembre, un gobierno de unidad nacional”, dijo Massa. Afirmó que nadie podía sorprenderse porque convocara a un radical o a un peronista del PRO.
“Quiero dejarle un compromiso y una invitación a la Unión Industrial. Un gobierno de unidad nacional supone que invitemos a las fuerzas políticas democráticas a integrarlo y estoy dispuesto a hacerlo, pero también a los sectores de la economía. Y espero que el 10 de diciembre los industriales estén sentados a la mesa compartiendo el proyecto industrial y federal de país”, propuso Massa, personalizando la invitación.
Dejó finalmente una consigna política que polariza con Javier Milei: “defender nuestra patria es defender nuestra industria; los que plantean el abandono de nuestra moneda, plantean simplemente poner la bandera de otro país en la puerta del BCRA y del Congreso argentino”.