En las últimas horas estuvo en discusión, tanto por parte del oficialismo como en la oposición, la posibilidad de suspender la Ley de Alquileres ya que evaluaron que no cumplió con los objetivos propuestos.
La decisión del oficialismo de avanzar en una nueva ley de alquileres fue adelantada ayer por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien llamó a “discutir” en el Congreso una nueva ley de alquileres que brinde “certezas” al propietario y “garantías y tranquilidad” al inquilino, tras advertir que “fracasó” la norma sancionada en 2020.
“En el Gobierno anterior, el Congreso sancionó, no con mala fe sino buscando una solución a un problema, una ley que fracasó, y que pretendía asegurar a inquilinos y propietarios y terminó disminuyendo la oferta, retrayendo la posibilidad de desarrollar el negocio y generando incertidumbre y dificultades para el inquilino”, recordó Massa, en un acto por el Día de la Construcción.
Esa idea fue ratificada esta mañana por la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerrutti, al confirmar que “se está previendo presentar una modificación” a la ley de alquileres y señaló que los precios en que se están concretando esas operaciones “son temas de preocupación para el Gobierno”.
Cerrutti sostuvo que la implementación de la ley de alquileres vigente “no trajo los resultados que se esperaban”.