Final abrupto: Francos se fue del Senado porque lo tildaron de “mentiroso” y dejó un clima enrarecido

El jefe de Gabinete, que brindaba su informe de gestión, abandonó intempestivamente el Congreso tras el discurso de una legisladora kirchnerista que se negó a retractarse. Antes, recibió planteos de aliados por la obra pública.

Final abrupto: Francos se fue del Senado porque lo tildaron de “mentiroso” y dejó un clima enrarecido
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la vicepresidenta Victoria Villarruel en el Senado (Foto: Comunicación Senado)

La sesión informativa de este jueves en el Senado tuvo un final abrupto: el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se fue del recinto y abandonó el Congreso porque no toleró que una senadora kirchnerista lo tildara de “mentiroso”. Su intempestiva partida no hizo más que enrarecer el clima en la cámara que, con poco margen, intenta maniobrar Victoria Villarruel.

“Me voy. No acepto faltas de respeto”, dijo Francos al retirarse del Palacio cerca de las 15.30 junto a sus dos laderos, Lisandro Catalán y José Rolandi. Dejó sin responder toda la tanda de preguntas del kirchnerismo, que lo volvió a convocar para el próximo miércoles pero, llamativamente, no hizo un escándalo de la retirada.

El jefe de Gabinete llegó alrededor de las 10.30 al Senado para brindar su informe de gestión, el primero en lo que va del año en la Cámara Alta. Se reunió con Villarruel durante unos 20 minutos, luego lo hizo con el bloque de senadores libertarios, y minutos antes de las 11.30 ya estaba en el recinto dando su discurso introductorio.

Testigos de la previa comentaron a este medio que, desde que llegó, Francos pedía que la sesión durara unas cinco horas. De hecho, cuando emprendió la retirada, estaba por cumplirse ese plazo. En Jefatura de Gabinete insistieron en que el funcionario, el más moderado del Gobierno de Javier Milei, “no acepta que le falten el respeto”.

Todo sucedió cuando Cristina López, senadora por Tierra del Fuego, lo trató de “mentiroso”. “Para usted y el presidente Milei, Tierra del Fuego es solo un punto en el mapa para negociar con las potencias extranjeras. Poco les importa la soberanía del Atlántico Sur, la causa Malvinas y el futuro de la Antártida. Mucho menos los fueguinos, que ven cómo este gobierno los trata con un desprecio nunca antes visto. Miles de fueguinos sentimos el abandono nacional. El presidente quiere entregar nuestra provincia”, denunció la fueguina.

Fue en ese momento cuando Francos, después de algunos amagues, se levantó de su silla y abandonó el recinto, en medio del estupor del presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, que en ese momento estaba al frente de la sesión porque Villarruel se encontraba en su despacho.

En un intento por encontrar una salida, Abdala dispuso un cuarto intermedio y le pidió a López, en nombre de Francos, que “retire la palabra mentiroso” porque el jefe de Gabinete “se sintió ofendido”. Pero, lejos de dar marcha atrás, la legisladora gritó: “¡Que se vaya, no hay problema! ¡Si nunca dan la cara!”. Por el contrario, José Mayans, líder de Unión por la Patria, intentaba calmar las aguas para seguir con la sesión.

En ese momento, Francos se recluyó en el Salón de las Mujeres junto al vicejefe de Gabinete, Rolandi, y su par de Interior, Catalán. Después de esperar que la senadora retirara el insulto, y sin obtener resultados, decidió irse del Congreso. “No acepta que le falten el respeto. Pidió que se retracten. Siempre viene a dar la cara”, justificaron en Jefatura de Gabinete.

Un rato después, Villarruel retornó al recinto y Mayans pidió que el cuarto intermedio continúe hasta el próximo miércoles a las 11, para que Francos vuelva ese día a terminar de dar su informe. El formoseño advirtió que el funcionario no debe “buscar excusas para no cumplir con las obligaciones constitucionales”, pero no hizo un escándalo del tema.

La actitud de Unión por la Patria abrió sospechas entre quienes advierten que el bloque no muestra la reacción que se esperaba tras la condena de prisión a Cristina Kirchner. De hecho, entre las pocas preguntas que el kirchnerismo llegó a formular en la sesión, no hubo menciones al tema. Ni siquiera por parte de la senadora Alicia Kirchner, cuñada de la expresidenta.

Planteos de aliados por la obra pública

Antes de la retirada, Francos debió responder una seguidilla de preguntas de aliados que advirtieron sobre el mal estado de las rutas nacionales y le recriminaron la falta de fondos para obra pública. El funcionario explicó que en esta primera etapa de la gestión “había que cerrar todos los grifos” para lograr superávit.

“El proyecto de este gobierno o de cualquier gobierno tiene etapas. Salir de la crisis es una etapa, y eso implicaba cerrar todos los grifos y concentrarnos en obtener superávit”, sostuvo Francos al ser abordado por los senadores Carolina Losada y Víctor Zimmermann de la UCR, Mónica Silva de Juntos Somos Río Negro, y la cordobesa Carmen Álvarez Rivero (PRO), quien consultó por la Ruta 158.

En el informe que dio antes de responder las preguntas, donde repasó las distintas áreas de gestión, detalló que “en este momento hay 68 obras en rutas que fueron priorizadas por el Gobierno nacional en diferentes provincias del país, por las cuales ya se lleva devengados más de cien mil millones de pesos”.

Al responderle a la senadora Álvarez Rivero, destacó que “Córdoba es una de las provincias con mejor infraestructura vial de la Nación” y agregó que se hicieron “algunos acuerdos con el gobernador de transferencias de rutas para que se hagan cargo del mantenimiento”.

Francos también respondió sobre otros temas que generan preocupación, como el posible decreto para reestructurar el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). “No queremos eliminar el INTA, queremos que su administración se concentre dentro del área respectiva del Gobierno. No queremos achicar funciones, sino reorganizarlo”, aclaró Francos, al señalar que el personal del organismo “creció significativamente”.

Sobre el conflicto en el Hospital Garrahan, donde se atienden pacientes de todo el país, advirtió que una de las raíces es “el incremento del personal administrativo de los dos años anteriores”, llegando a “cerca de 2.000 personas”, lo cual “no tiene nada que ver con el sistema médico”. “Hay que ver las dos caras del Garrahan. No desconozco que tenemos dificultades, pero no son tan claras y transparentes como parecen”, aseveró.