Congreso: entre las críticas y la cautela, la oposición aguarda el DNU del acuerdo con el FMI

La decisión de Milei de avanzar por DNU alteró los ánimos y el debate arranca empañado por una discusión legal. Los bloques aguardan la letra chica para pronunciarse, aunque ya aparecieron los primeros cuestionamientos. Cómo es el trámite.

Congreso: entre las críticas y la cautela, la oposición aguarda el DNU del acuerdo con el FMI
El ministro de Economía, Luis Caputo, en la apertura de sesiones (Foto: Comunicación Senado)

Días después de haber pedido apoyo al Congreso para avalar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente Javier Milei pateó el tablero y avanzará por DNU en lugar de una ley. La decisión, conocida el jueves por la noche, introdujo ruido en un debate que las fuerzas dialoguistas estaban dispuestas a facilitar. Ahora, todo el arco opositor aguarda la publicación y el envío del decreto, entre la cautela y las primeras críticas aisladas.

El ministro de Economía, Luis Caputo, blanqueó en declaraciones televisivas que el Gobierno eligió el camino del DNU para evitar que el kirchnerismo junte los votos y rechace la ley en el Senado. Es que con el voto negativo de una sola cámara, la ley cae y ya no puede volver a tratarse en el año en curso. En cambio, para voltear un DNU se necesita el rechazo de ambas cámaras, mientras que para ratificarlo basta con una sola, o bien que el Congreso no lo trate.

Una vez que el DNU del FMI sea publicado, entrará automáticamente en vigencia, y la Jefatura de Gabinete deberá enviarlo al Congreso. A partir de entonces, la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que preside el senador libertario Juan Carlos Pagotto, tendrá diez días hábiles para expedirse sobre su validez o invalidez. Una vez que haya dictamen, puede votarse en cualquiera de los dos recintos. Si no hay dictamen, las cámaras pueden tratarlo de oficio.

Hasta el momento, los distintos bloques aguardan a conocer la letra chica del DNU del acuerdo con el Fondo antes de pronunciarse de manera institucional. Quieren conocer el contenido del acuerdo y si viene acompañado de alguna sorpresa, como una eventual modificación de la denominada “Ley Guzmán”, que en su artículo 2 establece que cualquier operación con el FMI requiere de una ley del Congreso.

Ante el mensaje de Milei en la apertura de sesiones, en el PRO, la UCR y Encuentro Federal había predisposición general para facilitar el acuerdo, aunque con matices (en el bloque de Miguel Pichetto pedían que fuera acompañado por la ley de Presupuesto). Sin embargo, la decisión de hacerlo por DNU alteró los ánimos y el debate arranca empañado por una discusión legal.

Una importante fuente del PRO consideró ante este medio que el DNU “es una jugada arriesgada, pero tal vez no les queda otra opción porque saben que no pueden sacarla en el Senado”, donde Unión por la Patria está a tres senadores del quórum propio. Según esta visión, es más fácil que Diputados ratifique el decreto, y que de ese modo quede blindado.

La UCR definirá su postura el martes. “Nuestra mirada a darles un acuerdo con el Fondo siempre es positiva. El estándar es que no le vamos a exigir a este gobierno más de lo que le exigimos al gobierno anterior. Pero ahora aparecen estas cosas raras, que en vez de por ley es por DNU, y que tampoco sabemos la precisión de lo que envían. Eso genera opiniones encontradas, máxime si no hay Presupuesto”, dijo el jefe del bloque radical, Rodrigo De Loredo.

En el oficialismo esperan una nueva mano de los gobernadores para cumplir el objetivo. Aunque en la Asamblea Legislativa la mayoría le hizo el vacío a Milei y en las provincias se siente el impacto de la falta de ley de Presupuesto, los mandatarios provinciales del PRO, la UCR, partidos locales y peronistas aliados eligen no confrontar con el Gobierno nacional y ya frenaron el avance de varias iniciativas opositoras: la más reciente fue la investigación del caso $LIBRA en el Senado.

Casualmente, otra de las leyes que bloquearon los gobernadores fue una reforma de la ley de DNU para limitar los “decretazos” de Milei. La propuesta era que el Congreso tuviera que ratificar los decretos en un plazo de 90 días, o de lo contrario perdieran vigencia. Y que lo hiciera con el voto positivo de ambas cámaras, a la inversa de lo que establece la ley actual, de autoría de Cristina Kirchner.

Cuando la oposición intentó avanzar con esos cambios en Diputados, y al mismo tiempo rechazar otro DNU que empoderaba al Poder Ejecutivo para el canje de deuda, la sesión se levantó minutos antes porque no tenía quórum. Sin embargo, el dictamen de la reforma de la ley de DNU sigue vigente y hay diputados que, en este contexto, piensan reflotarlo.

Críticas

La Cámpora lidera el rechazo al entendimiento con el FMI. La diputada cordobesa Gabriela Estévez y el senador rionegrino Martín Doñate (que además es secretario de Justicia del PJ) anticiparon que se opondrán al decreto. Cabe recordar que, cuando el expresidente Alberto Fernández envió al Congreso su acuerdo con el Fondo en 2022, La Cámpora lo votó en contra, con Máximo Kirchner a la cabeza. Parte de la interna del Frente de Todos en aquel entonces.

Se sumó a las críticas el titular de la UCR, Martín Lousteau, quien denunció que Milei quiere hacer un acuerdo con el FMI “sin siquiera discutirlo” y calificó el DNU como “ilegal” porque “la ley establece que todo entendimiento debe ser aprobado por el Congreso en ambas cámaras”. También aseveró que “es un peligro” porque “nos quieren mandar a discutir a libro cerrado, sin brindar detalles”.

Asimismo, lo consideró “un error” porque “si el acuerdo implica deuda para sostener artificialmente el tipo de cambio, ya vimos muchas veces cómo termina. Y no quieren abrir el contenido del acuerdo”. Por último, sostuvo que “es un engaño decir que no hay nuevo endeudamiento”.

“Hoy, el Tesoro le debe al Banco Central. Es decir, el gobierno se debe a sí mismo. Ahora va a reemplazarlo por deuda con el FMI. ¿Alguien puede realmente creer que es el mismo tipo de deuda que la que se contrae con un acreedor extranjero como el FMI? Hay exigencias diferentes y riesgos de renovación diferentes”, explicó el senador y economista.

En Diputados, el jefe del bloque radical Democracia para Siempre, Pablo Juliano, también salió con los tapones de punta. Parafraseando al propio Milei, alertó: “Tu DNU implica que la fiesta de gasto público sea financiada por generaciones que no solo no han votado sino que no han nacido. Así, la generación actual se roba los ingresos de generaciones futuras. Por ende, un gobierno que endeuda a fuerza de DNU jamás podrá ser liberal. En un futuro serás un chiste de mal gusto”.

En Encuentro Federal, el cordobés Oscar Agost Carreño enfatizó que Milei “no quiere mostrar los detalles técnicos de la deuda que está contrayendo ni los compromisos que asumirá el país” y “apela a una herramienta de dudosa constitucionalidad para esquivar al Congreso, al que desprecia, y evitar que se debatan las condiciones impuestas”.

“Un verdadero cheque en blanco que atenta contra los principios de control y transparencia que debe respetar cualquier democracia. Sin plan ni Presupuesto aprobado, siguen pidiendo fe ciega en una salvación sin consensos”, lamentó Agost Carreño.

Desde la misma bancada, la bonaerense Margarita Stolbizer afirmó que “este presidente nos sigue arrastrando hacia una severa precariedad institucional que tendrá costos económicos y sociales”, mientras que el socialista Esteban Paulón advirtió la contradicción con el anuncio en la Asamblea Legislativa, donde Milei había pedido apoyo al Congreso. “¿Qué quiere ocultarnos? ¿Plata para la fuga? ¿Sabe el FMI que ese acuerdo puede ser desconocido por ilegítimo?”, se preguntó.