Habló la mamá de Joaquín, el nene asesinado por su padre: “Sabía que, haciéndole daño, me daba en el talón de Aquiles”

El nene de 8 años fue asfixiado por Alejandro Ruffo en agosto pasado.

Habló la mamá de Joaquín, el nene asesinado por su padre: “Sabía que, haciéndole daño, me daba en el talón de Aquiles”
Habló la mamá de Joaquín, el niño asesinado por su papá: “Espero esté padeciendo la tortura más grande” (Gentileza: Natalia Ciak)

Joaquín tenía 8 años y el 5 de agosto pasado fue asfixiado por su propio padre, Alejandro Ruffo, quien lo asesinó para “enviarle un mensaje” a Natalia Ciak, su esposa y madre del menor, quien estaba intentando separarse.

Natalia habló con TN sobre cómo atraviesa el dolor más grande que puede haber. Evita nombrar al asesino, dice que solo desea que “su mente lo torture”. Y espera que la Justicia actúe en consecuencia de los hechos.

Pasaron cuatro meses del brutal crimen y Ciak dice ya haber salido del shock, ahora debe atravesar la peor parte: vivir con la ausencia, con la realidad del ser querido que falta.

Mientras Ruffo intentó suicidarse y, de hecho, está en el pabellón psiquiátrico del Penal de Melchor Romero, Ciak sostiene que el filicidio fue “consciente y premeditado”. “No es un padre, no es un ser humano. Sabía que haciéndole daño a Joaqui daba en el talón de Aquiles de su mamá”, asegura.

“La peor traición fue hacia Joaco”

“Jamás imaginé perder a un hijo tan deseado”, dice, a la vez que sufre el doloroso proceso de rehacer su vida sin lo más importante. “No recuerdo quién era antes de Joaco. Es volver a armarme, reencontrarme”, enfatiza

De Ruffo, en tanto, prefiere no hablar. Dice tenerlo bloqueado, solo quiere que se haga Justicia y poner el foco el Joaquín, defenderlo. Porque pese a que el asesino mató al niño para hacerle el mayor daño a ella, la mujer tiene en claro que, en realidad, el imputado traicionó a su propio hijo. “La peor traición no fue hacia mí. Fue hacia Joaquín”, agrega.

Alejandro Ruffo y Joaquín Enzo (Gentileza)
Alejandro Ruffo y Joaquín Enzo (Gentileza)

Sostiene que nunca pensó que algo así podría pasarle, no esto. “Creía que el blanco era yo”, señala.

“Somos la voz de nuestros hijos. Somos su única defensa. Soy una mamá leona. Nada de lo que se haga de ahora en adelante va a devolverme a mi hijo, pero nunca voy a dejar de defenderlo”, indica, a la vez que invita a no bajar los brazos a aquella madres o padres que atraviesan su misma situación. “Desde arriba ellos nos mandan fuerzas. Todo el amor que les dimos sigue vivo. Nos quieren de pie, luchan junto a nosotros”, subrayó.