Este lunes comenzó la vacunación contra el coronavirus para los docentes de nuestra ciudad. Se realizó en el Centro de Salud El Gurí, al que asistieron algunos docentes del nivel primario, directivos, asistentes escolares, preceptores, personal de cocina, entre otros. Todos los docentes que se inscribieron a través del formulario de la Provincia de Santa Fe, tienen el turno asignado para esta semana, dando prioridad a los mayores de 50 años y personal de riesgo. Vía Pérez, habló con algunas docentes que recibieron la primer dosis.
“Podías aceptar o no el formulario”
La Directora del Colegio Secundario Nuestra Señora de Luján, Prof. Lic. Mariana Ranea, contó que la vacunación en Pérez comenzó este lunes de 8.00 a 13.30 horas. “Fue rapidísimo y muy expeditivo el trámite. Nos hicieron pasar, nos dieron un formulario que podías aceptar o no, y luego servirá para realizar un estudio con estadísticas”, afirmó. La logística era presentar el documento, y les hacían el carnet de vacunación. “Íbamos pasando de a 10 personas a otro sector para vacunarnos. Luego nos hicieron esperar en a otro lugar, unos quince minutos, para comprobar si la vacunación nos hacía alguna reacción”, explica Mariana.
La recomendación que el personal de salud daba a los docentes era la de tomar un paracetamol de un gramo cada ocho horas durante dos días. “Nos dieron algunas recomendaciones de todos los síntomas que pudiéramos llegar a tener, por ejemplo, no hacer actividad física”, dijo Ranea. Los docentes tienen fecha estimativa para la segunda dosis, “en principio quedó registrada en lápiz, para el 29 de marzo, es decir que son 21 días después de la primer dosis”, aseguró Ranea.
“Teníamos sentimientos encontrados”
Roxana Bravo, es Docente de nivel inicial en Nuestra Señora de Luján. “Tenía ganas de vacunarme, mucha emoción. Ayer cuando me llegó por mensaje que tenía el turno, me dieron muchos nervios, incertidumbre. Incluso llamé a mi médico de cabecera, quien me calmó, me dijo que vaya tranquila, pero la realidad es que no dormí en toda la noche y rezaba. Me animé a ir, y a las 8.45 horas estuve allí. Me encontré con las docentes de otras escuelas. En algún momento, nos reímos porque nos dimos cuenta que la selección había sido por edades, según los números de documento”, relató Roxana. Según cuenta la docente, todo fue ordenado. “Nos encontramos con maestras que hace mucho no veíamos. Pasamos a vacunarnos contentas, pero a la vez teníamos sentimientos encontrados. Siempre que pasa algo así, yo rezo”, se ríe. “Me volví a casa contenta y esperando la próxima dosis. Ya falta menos. Sé que si me llega a agarrar la enfermedad, no va a ser letal, sobre todo para los que somos de riesgo”, añadió.
“Es un paso importante”
Maricel Ferrero, es Directora de primaria del Colegio Nuestra Señora de Fátima, y relata el momento en que llegó al centro asistencial: “lo que se podía vivenciar al ingresar era alegría. Una sensación de alivio. No pensábamos que fuera tan rápida la vacunación en Pérez. No sé si esto pone fin a la pandemia, pero es un paso importante”, agregó. Tal como lo cuenta Maricel, fue muy prolija toda la estrategia de vacunación. “Fueron muy puntuales, si bien hubo una demora lógica, se agradece que también fueron prudentes, porque nos hicieron esperar unos minutos, luego de la aplicación de la vacuna, para corroborar que no haya efectos adversos”, aseguró.
“Siento emoción, las vacunas están, esto es real”
Cecilia Miacca, es Vicedirectora en la Escuela Provincial N° 1209 " Provincia de Chaco” en el Barrio Cabin 9. En dicha escuela hay muchos docentes que son de Rosario y ya habían recibido el turno para vacunarse, en cambio los docentes de Pérez, siempre revisaban los mensajes de texto, o el mail, esperando su turno. “Ayer por la tarde llegó el turno y fue emocionante, salté de alegría, y no es exagerado”, dice Cecilia feliz. Incluso su hija se sorprende al verla tan contenta. “Enseguida compartí el mensaje con mis compañeros, amigos y familiares. El turno fue a las 8.00 horas en El Gurí. Me di cuenta tarde que la enfermera es una ex alumna, cuando vi la firma en el carnet, porque con el barbijo y la pantalla no la reconocí. Al acercarse y preguntarme si estaba lista, Cecilia contestó: “estoy emocionada, esperá que me relaje”. Miedo no sentí, sí la ansiedad previa y la emoción que todavía me dura, porque es una mezcla entre la alegría y esa sensación de esperanza de que se vislumbra el final de esto, que de alguna manera uno siente que la pandemia va a terminar en algún momento, porque fue demasiado largo y fue muy difícil”, finalizó.