El nivel del Río Paraná continúa en descenso y se acerca a la marca histórica de 1944 de -1,40 metros. Las perspectivas no son buenas y se espera que la situación se siga agravando.
Este lunes Prefectura Naval Argentina midió, en el puerto de la capital entrerriana, -0,33 metros, 24 centímetros menos que hace una semana.
La escasez de agua en el río modifica el paisaje y afecta a las actividades económicas y turísticas. Para cuidar el recurso ictícola, el Gobierno de Entre Ríos decidió establecer veda a la pesca comercial en cuatro de los siete días semanales, y es la única provincia en reducir un 50% el límite de extracción y de acopio. La medida “impactó fuertemente en acopiadores, fileteadores, transportistas y más de 3 mil familias de pescadores que viven de eso”, explicó a Télam el secretario de Agricultura y Ganadería entrerriano, Lucio Amavet.
Por eso, la provincia se encuentra “con Nación, Municipios y todos los sectores afectados, trabajando en construir herramientas y decisiones políticas que hagan pasar con menos sobresaltos esta situación climática”.