“No hay futuro si se desfinancia la Educación”

El Bloque de Senadores del PJ Entre Ríos comparte su opinión con respecto al conflicto entre el Gobierno Nacional y las Universidades.

“No hay futuro si se desfinancia la Educación”
Con un acto multitudinaria en el Congreso, terminó la marcha universitaria nacional. (Clarín)

Decíamos hace pocos meses que la educación es la clave para una vida mejor, el cimiento básico de toda sociedad desarrollada. La preparación de las nuevas generaciones para que tengan en sus manos su propio futuro y el de la comunidad de la que forman parte es, o mejor debe ser, una política de Estado prioritaria, gobierne quien gobierne.

Ha sido citada muchas veces una frase atribuida a Gandhi, el gran líder de la India, en la que afirmaba que “somos tan pobres que no podemos darnos el lujo de no invertir en educación”. Lo cierto es que la Universidad pública y gratuita es una fortaleza de la sociedad argentina, que ha permitido durante décadas que la movilidad social no fuera solo un “slogan” en nuestro país. Son millones las familias argentinas que lo saben, que lo han vivido, y por eso la defienden, como la defiende incluso personas que se esperanzaron y votaron al gobierno que encabeza Javier Milei, incluso quienes todavía mantienen algo de esperanza, a pesar de los resultados dolorosamente “récord” que exhibe, los peores datos de pobreza e indigencia de la historia de nuestra patria.

El mega ajuste del que se enorgullece el Gobierno sigue afectando a los sectores más débiles de la Argentina, como la niñez o los jubilados. El ataque presupuestario (que se suma a un constante ataque “cultural”) a la Universidad pública, ya tuvo una severa y serena respuesta social multitudinaria en todo el país el pasado 12 de abril. La insistencia del Gobierno en dinamitar las bases del futuro del país debe recibir una nueva respuesta, con tanta templanza y firmeza como en aquel momento, pero debe ser todavía más masiva y contundente.

Y seguramente lo será

Sin duda, si bien la Argentina ha tenido en las últimas décadas avances importantes en cuanto a expansión y masificación de su sistema universitario –por lo cual está entre los países de la región con mayor cantidad de población con estudios superiores, con 24%, por sobre Colombia (22%), Brasil y México (ambos con el 21%), y con el plus de integrar a jóvenes de contextos desfavorables– no son menores los desafíos que persisten, en torno a la calidad y a las disparidades en el acceso (tanto por nivel socioeconómico como entre jurisdicciones).

Precisamente por eso, la respuesta a esos desafíos nunca puede ser la reducción de presupuesto. Es insólito que haya que argumentar lo que resulta obvio, lo que cualquier persona puede verificar: los países que menos invierten en la educación superior de sus pueblos, no por casualidad, son los que presentan los peores índices planetarios, sea cual fuera el rubro que se desee visualizar.

Insistamos en que la educación es un bien público, un derecho humano fundamental y la base para garantizar la realización de otros derechos. La educación superior es parte de ese derecho, y es esencial para la paz, la tolerancia, la realización humana y el desarrollo sostenible.

Se requiere mayor inversión y una fuerte apuesta a la innovación y la investigación. Todo lo contrario de lo que impulsa un gobierno desaprensivo, insensato y cada día más divorciado de la realidad y de las necesidades de su pueblo.

Ante la movilización de la comunidad (de la comunidad toda, no solo de la comunidad universitaria) quienes hemos pasado por la Universidad pública y ocupamos lugares de representación política y social, hemos de estar en la primera línea del reclamo sereno, consciente y firme para que nos dinamite el futuro argentino, al que queremos, como cantamos en nuestra marcha comarcal, pleno de paz, de amor y de belleza, lo que solo será posible con universidades plenas de vida, con recursos, con educadores dignificados en su labor y en sus remuneraciones, con becas que aseguren a nuestros gurises oportunidades de aprendizaje y de educación de calidad, sin que los afecten factores azarosos como el lugar donde hayan nacido o los ingresos familiares.

Solo así seremos también dignos herederos de los fundadores de nuestra identidad, Artigas, Ramírez y Urquiza, quienes desde aquellos tiempos heroicos tuvieron certeza absoluta respecto de la trascendencia de la educación en el camino deseado para la provincia de Entre Ríos.

BLOQUE SENADORES PJ ENTRE RÍOS