Sam es un gran caniche blanco que tiene 12 años y tuvo un comienzo de vida bastante complicado. Dejemos que nos “cuente” él en detalle.
“Hola, son Sam, ese bombom blanco que ven en las fotos de la nota. Mi papá me trajo de regalo a mi mamá Vanina cuando ellos estaban aún de novios”, arranca contando este caniche.
Y sigue: “Como yo era muy pequeñito, me envolvió en su campera, y así llegué a su casa. Lo primero que hizo mi mamá fue llevarme a lo del Doc, para que me aplique las primeras vacunas y me haga una revisación general, de esto hace ya 12 años”.
Fue ahí, en esa consulta y a los pocos meses de vida que “comencé con dificultades para alimentarme, todo lo que comía lo vomitaba de manera inmediata”, recuerda Sam.
“Me llevaron al consultorio de Ricardo González y después de diferentes estudios y revisaciones clínicas, comprobó que tenía un problema a nivel del píloro, que es la zona que separa el esófago del estómago. La única posibilidad de sobrevida, era intentar una cirugía reparadora de esta patología, a pesar de mi corta edad.
González le comunica a los papás de Sam que el pronóstico era reservado. Pero luego de una cirugía Sam recuerda que: “Gracias a Dios y a él pude recuperar mi función digestiva y poco a poco disfrutar de las ricas comidas que me preparan en casa”.
Ya pasaron 12 años de la operación y Sam esta teniendo una vida normal con los temas propios de un anima adulto. Sam nos cuenta que: “ahora que nos reencontramos en el Consultorio de Paraná con el doc estamos resolviendo mis problemas articulares y cardíacos que van re bien”, dice el caniche.
Durante la conviviencia con sus padres Sam nos cuenta que estuvieron 8 años de novios y él siempre entre ellos dos y afirma que “fue un mudo testigo de sus encuentros y desencuentos amorosos”.
Todo se corona con el “casamiento de ellos en el que fui testigo del matrimonio, si así es, como lo escuchan”. En las fotos se puede ver a Sam vestido para la ocasión y recuerda que para la ocasión “me mandaron al spa y me pusieron un moño hermoso plateado”.
Finalmente habla de que adora a sus padres y agradece todo el cariño y cuidado que le brindan siempre. Sam, el caniche que desde pequeño tuvo complicaciones pero hoy vive una vida normal.