En un informe de la UIA que se hace eco la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) se consigna que en junio la actividad industrial sufrió una pérdida de 30 mil puestos de trabajos registrados si se compara con junio de 2019. La caída interanual del empleo industrial en Argentina durante el mes 6 de este año fue del -2.7% según informó la Unión Industrial Argentina (UIA). En cuanto que el sector construcción, la baja sufrida fue del -27.7%, y por su parte hoteles y restaurantes el valor negativo es del -10,)%.
El Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) elaboró el informe de indicadores laborales de la industria Nº 9 de este año. En el mismo advierte que la industria perdió mas de 30 mil empleos registrados comparando los valores con el mes de junio de 2019. Junio mostró nuevamente un retroceso en el número de asalariados "en blanco" en el sector privado. Comparando 2019 con este año los valores indican que se ha registrado una pérdida de puestos en un -4,8% interanual, esto significa 289,6 mil puestos menos.
En cuanto se pone la mirada en el sector industrial se comprueba que la caída interanual fue de un -2,7% lo que representa -30.195 puestos. La UIA se deja ver el contraste con otros sectores como por ejemplo hoteles y restaurantes que tuvo una caída del -10.9% y la construcción con un -27,7% donde las medidas de aislamiento tienen mayor impacto en la actividad.
Desde la UIER analizan la situación y señalan: "que a pesar de las fuertes caídas interanuales del empleo, algunas contracciones comenzaron a desacelerarse en términos mensuales y, en algunos casos, a revertirse en el margen. Así, el empleo asalariado registrado disminuyó su caída mensual a -0,1% (-5.646 puestos), mientras que en la industria aumentó un 0,2% (+1.748 puestos), lo cual da cuenta del gran esfuerzo del sector para enfrentar la grave crisis".
El organismo que nuclea a los industriales de la provincia explican que estas mejoras sucedieron en "un contexto de leves recortes en la caída de la actividad de la industria. Luego de la variación récord en la producción de abril de -30,2%, junio reportó una contracción del -10,7% según lo relevado por el CEU-UIA, lo que representó un aumento mensual de la actividad de un +17,7% en relación con mayo".
En este sentido las suspensiones volvieron a ser la herramienta principal para manejar la dotación de personal en un contexto de regulaciones en el mercado de trabajo. El porcentaje de empresas que aplicó suspensiones en junio rompió su récord del mes anterior al llegar al 19,4%. Así, el 8,4% de los trabajadores fueron suspendidos durante el mismo mes.
Por otra parte en sectores donde la actividad empezó a adecuarse a la nueva normalidad, la cantidad de trabajadores que debieron guardar aislamiento, según se estima un 14% de los asalariados de las empresas, generó contrataciones de personal temporario para compensar las ausencias impactando consecuentemente en los costos.
El informe de la UIER afirma que "Estos mayores costos (entre los que también se encuentran los vinculados al traslado de personal, testeos, readecuación a los protocolos, entre otros) junto con la situación económica general están repercutiendo en la sostenibilidad de las empresas y en la menor cantidad de éstas presentando declaraciones juradas (DDJJ) de empleo en el SIPA. Junio mostró una caída en la cantidad de empresas declarantes del orden del -3,6% i.a. (-19.739 puestos). El caso de la industria la variación fue levemente superior al mes pasado con un -3,8% (-1.999 puestos) en comparación a junio 2019".
El informe de la UIA plantea que este contexto muestra el complejo escenario que enfrentan el empleo y las empresas a seis meses del inicio del Covid-19 en el país. La continuidad del ATP fue primordial para aliviar la situación de las empresas de manera transitoria, sin las cuales el mercado de trabajo y la actividad no estarían viendo las mejoras relativas de hoy.
Desde la UIER plantean un mercado laboral frágil con nuevas dificultades para las empresas y esto requiere pensar estrategias integrales con incentivos claros que tengan en cuenta no solo la continuidad del empleo, sino también proporcionar ventajas para la contratación y las necesidades de las empresas para continuar activas en esta delicada coyuntura.
La UIER remarca que es necesario un programa integral que "reactive de manera consistente la actividad y que asegure una estabilidad macroeconómica en el tiempo. Del mismo modo, el plan de cara a la pospandemia debe contemplar un capítulo especial en cuanto a la seguridad jurídica, que re asegure la propiedad privada y garantice reglas de juego claras para que los establecimientos puedan operar y generar empleo genuino", finaliza el informe de la UIER.