El pasado 10 de junio el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, separó de su cargo al cura Carlos Alberto Benavídez que cumplía sus funciones en San Ramón Nonato, de Nogoyá para que solucione cuestiones personales por "conductas inapropiadas". Esto hace referencia a las denuncias por abuso sexual que saltaron a la luz este años.
Con el correr de los días son cada vez más las víctimas que se animan a contar la traumática situación que vivieron con el párroco en las diferentes parroquias en las que ejerció su "vocación".
Uno de los primeros testimonios que se conoció fue cuando Benavídez cumplía funciones en una parroquia de Luján. "Benavídez, que era corpulento, siempre te agarraba, te abrazaba fuerte, te manoseaba. Una vez, en su habitación, se me tiró encima, y me llevó a la cama, y empezó a manosearme. Como pude, me lo saqué de encima. Yo era un gurí flaco, y él, obeso, grandote. No me podía mover, y como pude, zafé. Para mí, era joda, de romper las bolas", contó un seminarista.
Y luego detalló que la situación cambió cuando el cura lo citó a su habitación para "charlar un asunto", detalla AHORA. "Me hace pasar a la habitación. Él estaba acostado en la cama. Estábamos charlando, y en un momento me pide que abra el ropero: 'Abrí, y fíjate lo que hay adentro', me dice. Yo abro el ropero, miro y había un fajo de dólares", recordó el joven.
"Billetes de 100. Entonces, dice: 'Agarrá lo que vos quieras. Saca nomás. Pero te tenés que dejar'. Me insistía con eso. Lo rechacé. Pero el acoso siguió. Seguía, siempre cuando yo estaba solo con él. Una vez me hizo saber que él podía hacer un informe desfavorable sobre mí al Seminario", agregó.
Al mismo tiempo sostuvo que "Benavídez pasaba, te tocaba los genitales y se cagaba de risa. Uno lo tomaba como joda, porque después te abrazaba, se te tiraba encima, y te tiraba en la cama. Uno, en su pelotudez, soportaba esas cosas".
Pero luego de que saliera a la luz esta denuncia comenzaron a filtrarse chats del párroco con hombres de Nogoyá que acudían a él por problemas de empleo y Benavídez le ofrecía dinero a cambio de sexo.
Un hombre que estaba pasando una situación complicada en cuanto a su trabajo fue llevado por su mujer a la Iglesia de San Ramón para que hablara con el cura ya que a lo mejor lo podía ayudar.
“Después que terminó la misa, se me dio por saludar al padre. Me pareció una persona macanuda. Me preguntó mi nombre, el de todos los miembros de mi familia y me dice: 'Bueno, andá a tu casa, deja a tu familia, y venite para la iglesia, que vamos a conversar los dos'. Pensé que podía darme una mano. Nunca pensé que me iba a pasar lo que me pasó", declaró el sujeto.
Y detalló: "Caí a la iglesia como a las 9 de la noche. Me hizo pasar a la casa. Y me dice: 'Estoy viendo una película porno, porque los curas, después de misa, somos personas normales. Si te animas, vení'. Le dije que no tenía problemas en que viera porno. Que si quería, que siguiera mirando la película. Mientras miraba la película, el viejo me tiraba lances: que necesitaba que le hicieran masajes. En un momento, el viejo se quedó en bolas frente a mí esperando que yo le hiciera masajes. Le digo: 'Padre, me está dejando helado con esto. Yo vine por otra cosa'. Discutí con el cura y me fui".
Según detalla Entre Ríos Ahora, ya serían cinco los casos denunciados y no se descartan que sean más las víctimas ya que en la provincia circulan varios chats donde el cura ofrece su respaldo y apoyo para encontrar un empleo o "darles una mano en nombre de Dios".