La producción tealera de Misiones atraviesa una de las cosechas más difíciles de las últimas décadas. Los precios en dólares se ubican por debajo de los promedios históricos y, pese al aumento del tipo de cambio, los productores no lograron que la suba se refleje en el valor del brote verde. A esto se suma el impacto del clima: las noches frías favorecen la proliferación del ácaro, una plaga que afecta gravemente los cultivos.
En varias zonas de la provincia, especialmente en el centro misionero, los productores dieron por perdida la primera cosecha y esperan que las condiciones mejoren en los próximos meses. La baja productividad de los teales se combina con la falta de recursos para mantener las plantaciones, lo que ha llevado a muchos colonos a abandonar o arrancar sus cultivos.
El deterioro del sector se arrastra desde hace años. La falta de rentabilidad obliga a reducir costos, lo que repercute en el manejo del suelo y en la calidad de las hojas. En este contexto, la reunión más reciente de la Comisión Provincial del Té (Coproté) terminó sin acuerdo: los productores buscaban elevar el precio del brote verde de 95 a 107 pesos por kilo, pero la propuesta fue rechazada por los industriales, quienes argumentaron una caída de precios en los mercados internacionales debido al incremento de la oferta proveniente de Kenia.
Con el combustible, los insumos y los jornales en alza, la actividad se encuentra en un punto crítico. La combinación de bajos precios, plagas y clima adverso deja a los productores sin margen para sostener sus chacras, en un escenario que amenaza la continuidad de una de las economías regionales más tradicionales de Misiones.

































