La comunidad continúa conmocionada por el siniestro vial ocurrido el pasado viernes sobre la Ruta Nacional 12, a la altura del kilómetro 1415, que dejó como saldo la muerte de Priscila Venegas (22), su hijo Gael Cristofer Zárate (4) y, dos días después, la de Yamila Ayelén Venegas (15), quien permanecía internada en estado crítico.
El hecho se produjo alrededor de las 20:00, cuando una motocicleta Gilera de 110 cc que circulaba en sentido Iguazú–Posadas, fue embestida por un colectivo de larga distancia de la empresa Singer, que transitaba en la misma dirección. Priscila y su hijo fallecieron en el lugar, mientras que Yamila fue trasladada al Hospital Madariaga con graves lesiones, y murió el domingo a causa de un traumatismo craneoencefálico severo y múltiples heridas.
Ante la tragedia, el párroco de la parroquia San Juan Bautista, Marcos Szyszkowski, se expresó públicamente con un fuerte llamado a las autoridades. Señaló deficiencias estructurales en el tramo vial —falta de iluminación, señalización insuficiente, banquinas deterioradas y ausencia de controles nocturnos— que, según indicó, convierten la bajada del Apepú y el acceso a Santo Pipó en una zona de alto riesgo.
Además de advertir sobre las condiciones del camino, el sacerdote visibilizó las dificultades económicas que atraviesan muchos vecinos, quienes utilizan motocicletas como único medio de transporte, sin poder acceder muchas veces a los elementos mínimos de seguridad como cascos, chalecos reflectantes o luces.

En su mensaje, reclamó obras de infraestructura duraderas, control efectivo durante las 24 horas y políticas públicas que contemplen la realidad social del lugar. También insistió en que “la pobreza no puede seguir siendo una condena a muerte” y que la falta de respuestas institucionales también tiene consecuencias fatales.
La causa está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción N.º 2 de Jardín América. En tanto, Santo Pipó despidió este fin de semana a las tres víctimas en un clima de profundo dolor y con una demanda compartida: que no haya más muertes evitables en la Ruta 12.