La Prefectura Naval reforzó los controles en la costa del río Uruguay en búsqueda de contrabando de cigarrillos, modalidad delincuencial que está en auge por el cierre de la producción de las plantas cigarrilleras argentinas. No tardaron en encontrar lo que buscaban, pero además en un solo procedimiento se encontraron en Colonia Aurora con 9.000 kilos de soja lista para ser enviada a Brasil.
Tratándose de un cultivo no tradicional para Misiones, de hecho son pocos los productores registrados como sojeros, se tejieron distintas elucubraciones en cuanto al origen de la carga incautada. Lo cierto es que la soja no venía de muy lejos, era de Colonia Aurora donde se practica ese cultivo desde hace más de 80 años, siempre en una estrecha –y no siempre legal- relación con Brasil y en volúmenes que oscilan de acuerdo a los caprichos del tipo de cambio.
La soja que se cultiva en el Alto Uruguay misionero tiene un solo comprador "legal" grande, la empresa Turner y Turner que elabora alimentos balaceados para distintos animales, pero solo compra en blanco a productores que tengan todo en regla. Por otra parte paga en pesos y bastante menos de lo que se puede obtener hoy en Brasil.
Con la ventaja cambiaria que implicaron las últimas devaluaciones, los pequeños productores del Alto Uruguay, siempre atentos al termómetro comercial de la frontera, se largaron a plantar granos pensando comercializarlos en la vecina orilla. Lo que no podrían haber imaginado nunca es que al tiempo de la cosecha se encontrarían con una frontera altamente controlada por la irrupción de una pandemia.