El designado obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxato, aseguró hoy que "nadie quiere desaparecidos en la Argentina", aunque advirtió que "hay que respetar a las instituciones y no desmerecerlas", al opinar acerca de la situación del joven Santiago Maldonado, visto por última vez el 1 de agosto último, en el Pu Lof mapuche de Cushamen, en Chubut.
Croxato, junto al obispo saliente, monseñor Virginio Bressanelli, respaldó en conferencia de prensa la vigencia de la Ley 26.160 de relevamiento territorial de pueblos indígenas del país, antes de tomar posesión esta tarde de la Diócesis neuquina.
"Nadie quiere desaparecidos en la Argentina, de ninguna manera, sin ninguna excusa", afirmó el nuevo prelado neuquino al referirse a la desaparición de Maldonado.
Aclaró que "tenemos que respetar también las instituciones y no desmerecerlas", y dijo que "hay que seguir confiando y no crear como una ida y vuelta de descrédito de la justicia".
"Si empezamos a descreer de las instituciones nos vamos a hacer daño, y ese ida y vuelta de informaciones hace que se esté desapareciendo la misma democracia, porque cuando se barren las instituciones se barre la democracia", expresó.
Por su parte, el obispo saliente, monseñor Bressanelli, aseguró que "la desaparición de una personaes algo gravísimo, venga de donde venga, es una violencia que debe ser desterrada y hay que hacer todo lo posible para desterrarla".
Sostuvo que "de entrada el Gobierno tenía que decir, acá buscamos la verdad con claridad y no nos interesa caiga quien caiga porque estamos por la verdad, la Justicia y por desterrar del país esto".
Bressanelli destacó que conoce a la comunidad Pu Lof Cushamen porque "fui obispo allí y es una comunidad que tiene elementos muy positivos y muy pacíficos y me consta claramente que la comunidad Cushamen no está enrolada en lo que son los reclamos del RAM (Resistencia Ancestral Mapuche).
Monseñor Croxato opinó que "hay una deuda con la ley 26160 que se está luchando desde las comunidadespara que en noviembre se pueda prorrogar nuevamente".
Y agregó que "esto de dejar como en suspenso estas cuestiones son las que provocan violencia y desencuentros".
En tanto, Bressanelli aseveró que "es un escándalo que no se haya terminado el relevamiento de tierras y todos los problemas que son dilacionados se pagan, el doble, el triple y con un desgaste y malhumor que después queda en los genes de la persona, y eso no puede ser".