Juan Carlos Santana, líder de una banda narco, no descansa ni estando detenido en su casa con prisión domiciliaria, a la espera de que quede firme la condena que recibió de cuatro años de prisión por robo y coacción. Ayer le allanaron la vivienda y secuestraron dos armas de fuego. Ahora, la fiscalía analiza qué cargos le va a formular.
Todo comenzó cuando un hombre se acercó a la Comisaría 18 el jueves a las 16 a denunciar que cuando pasó por la toma Belén, Santana lo atacó y le dio un culatazo en la cabeza.
De inmediato se dio aviso a la fiscalía y ayer, a primera hora, personal policial irrumpió en la casa del líder narco. En el interior estaba Santana con tres jóvenes, y los pesquisas encontraron dos armas de fuego, un revólver calibre 32 y un 38 que fueron secuestrados.
El arma que buscaban, un revólver calibre 22, no apareció, pero a la fiscalía no dejó de hacerle ruido que en la casa donde Santana cumple la prisión domiciliaria haya armas, además, personas asociadas al ambiente delictivo.
Ahora resta determinar algunos aspectos para formularle cargos por lesiones y tenencia ilegal de arma. Hasta hace poco, Juan Carlos Santana fue empleado del Ministerio de Desarrollo Social.