Las campañas solidarias no son una novedad, ya que en época de crisis siempre han sido uno de los principales recursos para ayudar a quienes más lo necesitan. Sin embargo, en el último tiempo, y sobre todo desde la pandemia, las redes sociales y la virtualidad se transformaron en facilitadores y en canales para poder llegar a una mayor cantidad de personas, con diferentes intereses y de distintos lugares al mismo tiempo.
Día a día, mientras navegamos por las redes, nos cruzamos con diferentes pedidos de solidaridad, campañas, rifas, entre otras iniciativas. De un año a esta parte, precisamente a raíz de las consecuencias económicas y sociales del avance del coronavirus, estos se volvieron cada vez más diversos. No solo porque se multiplicaron y diversificaron los pedidos de ayuda, sino también las formas de colaborar.
Ya no se trata solo de ayudar desde lo económico o con donaciones. Porque lo virtual permite que con el simple hecho de compartir una imagen o publicación, uno ya está ayudando. Y facilita que más personas se enteren de la necesidad del otro y este pedido se multiplique o en algunos casos se viralice.
“En el 2020 se cruzaron dos situaciones una crisis en el sistema de salud y un incremento en los índices de pobreza, por lo que a partir de la pandemia las necesidades se hicieron más evidentes”, comentó la socióloga y docente de la Universidad Nacional de Cuyo, Fabiana Böhm Carrer, a Vía Mendoza.
“Las redes ya existían como tales. Pero, al guardarnos en la casa, pasamos muchas horas más frente a la computadora o el celular y toda la vida social y comunitaria terminó sucediendo a través de la pantalla. Y apareció esta posibilidad de empezar a contar o mostrar estas necesidades a través de las redes, uno de los efectos positivos que tuvo la virtualización de nuestras vidas, que facilitó tanto el acto de pedir, por decirle de alguna manera, como el de dar”, reflexionó la profesional.
“La crisis sanitaria devino en crisis económica con un impacto multidimensional”, indicó la socióloga. Y al mismo tiempo resaltó: “estamos sensibilizados porque llevamos más de un año recibiendo golpes por todos lados”.
“La muerte de otros nos pone frente a la posibilidad de nuestra propia muerte. La pandemia a nivel mundial generó esa sensibilidad, que probablemente nos habilite a la empatía. Me puedo morir yo, alguien del Congo Belga o Donald Trump, porque todos estamos en una situación bastante igualitaria en la que nos pone la pandemia”, añadió Böhm Carrer.
De alguna forma u otra todos estamos expuestos a problemas o situaciones similares, o conocemos a alguien que no la está pasando bien con la pandemia, la que devino en enfermos, muertes, inestabilidad laboral, necesidades económicas, entre otras. Por lo que surge del propio ser humano tender a ayudarnos entre todos, y más en estos tiempos en los que nos sentimos aún más identificados con lo que le pasa al otro.
Las campañas en Mendoza
En Mendoza la situación no escapa a la del resto del país y del mundo. En la provincia son innumerables las campañas que se lanzaron en los últimos meses y semanas, no solo para colaborar con comedores y merenderos, que necesitan ayuda durante todo el año y sobre todo en estos momentos, sino también con otras causas sociales.
Como un grupo de chicas que quieren ayudar a su amigo Ignacio Campo, un joven ciclista de Tupungato, pueda llegar a Bélgica con la Selección y para lo que necesita reunir 3.500 dólares.
También “Todos por Guadalupe” una niña que nació prematura, padece displasia broncopulmonar y sus padrinos se abocaron a las redes para pedir alimentos y ropa para su familia.
En San Carlos nació la iniciativa “Me das una mano”, una idea del periodista deportivo Mario Ceverino, quien desde su lugar de comunicador busca ayudar a los vecinos como hizo con el club Colectivo a fines de recaudar elementos deportivos.
En el caso de Helenita, una pequeña sanrafaelina de 4 meses y que padece rinopatía del prematuro, buscan reunir 30 mil dólares para que pueda recuperar la vista. Y gracias a las redes, los jugadores Rafael Santos Borré y Nicolás de la Cruz, ambos de River, se sumaron a la causa para darle más visibilidad y así llegar a más personas que puedan ayudar a la niña mendocina.
Incluso, cabe resaltar, cómo el dinero virtual tomó otro protagonismo. Ya que las transferencias bancarias, Mercado Pago y otras aplicaciones, nos permiten acceder a nuestras cuentas bancarias para poder donar con solo un click, desde cualquier lugar.
El fenómeno de Santiago Maratea que replican otros influencers y famosos
Semanas atrás, el influencer Santiago Maratea tomó un importante protagonismo cuando logró reunir 2 millones de dólares para pagar el medicamento más caro del mundo para Emmita, una niña de once meses que tiene Atrofia Muscular Espinal y necesitaba el tratamiento con urgencia para poder vivir.
Maratea tiene más de un millón de seguidores en Instagram y les pidió a quienes lo siguen que donen 22 pesos pesos para ayudar a Emmita. Luego, acudió a la cuenta de otros famosos para que los seguidores de ellos hicieran lo mismo con el fin de llegar al objetivo. Así, y con la ayuda de anónimos, Santiago reunió la plata e incluso le “sobró” para ayudar a otro niño.
Luego incursionó en otra causa, la de ayudar a un grupo de atletas argentinos y lo logró. De allí también quedó dinero, con el que ayudará a un elefante mendocino. El joven se enteró a través de diferentes organizaciones que en Mendoza está Tamy que tiene que ser trasladado desde el Ecoparque a un santuario en Brasil y se comprometió a ayudar.
Así como Santiago, en Mendoza algunas personas con una importante cantidad de seguidores ayudan a difundir todos los días diferentes pedidos de solidaridad y tienen redes para que otros se enteren, compartan y colaboren.