Los niños de Mayor Drummond se quedaron sin su club de barrio por decisión de su presidente Raúl Quinteros, quien decidió cerrarles las puertas de un día para otro y dejarlos sin poder practicar fútbol. Las familias se unieron para reclamar por el derecho de sus hijos a realizar deportes, además de ser el club un lugar de contención.
El club Drummond es social y deportivo, lo que significa que no tiene un fin federativo sino más bien formativo. Si bien, alguna vez tuvo competencia en la Liga Mendocina, no hace mucho Quinteros decidió renunciar a dicha participación y como consecuencia, los jugadores de Primera, cuarta y quinta tuvieron que emigrar a otros clubes.
Actualmente, algunos profes y padres resisten en una Subcomisión para que las infantiles y menores tengan representatividad. De allí que los sobrevivientes de Drummond pelean por defender su club, con identidad de barrio.
Cómo se originó el problema en el Club Drummond
“El reclamo es noble. Es un club que contiene a chicos humildes”, confió uno de los entrenadores de Drummond, Jonatan Manuel Tejada quien dio detalles de la situación a Vía País.
El problema viene de antes pero “nosotros nunca quisimos meternos porque lo único que queríamos era poder entrenar y jugar. Pero un día nos comunicaron que el club había hecho un convenio con CAU (Club Universitario), con intervención del Municipio y que ya no pertenecíamos a la institución. Nos dejaron afuera y nos cerraron las puertas”, dijo Jonatan, quien aclaró que actualmente, compiten como Banfield en las categorías 2008-2009, pero como Drummond en los torneos barriales, formativos o municipales.
“Fue allí cuando nosotros decidimos a actuar, porque se estaba haciendo un convenio ignorando a los socios y la única Subcomisión Directiva de fútbol activa, ya que la Comisión que lidera Quinteros no existe, no tiene dirigentes que lo acompañen”, aseguró el profe, quien además afirmó que dicho acuerdo quedó finalmente disuelto.
Jonatan contó que el club recibió del anterior gobierno provincial un subsidio y otro cuando Mauricio Macri visitó Drummond. Entre ambos se juntó 2.500.000 de pesos, que no fueron invertidos en el club. De hecho, Los gastos de competencia los cubre la Subcomisión. El club nunca tuvo que poner un peso”, confió el preparador físico.
“Recibimos pelotas donadas, las arreglamos. Los aros de las prácticas las hicimos con caños de agua, los conos fueron donados por la Policía Científica, entre otros elementos”, detalló Tejada.
Y agregó: “Pese a las faltas que tenemos, ellos aman esto”.
Los objetivos de la comunidad del Club Drummond
“Queremos que nuestra Subcomisión sea Comisión interina para poder regularizar la situación y sobre todo para que los chicos puedan entrenarse. Porque en definitiva, el club es para que lo utilicen los pibes, se entrenen y compitan representando a su institución”, manifestó el entrenador.
En Drummond “existe una Subcomisión de Fútbol que la armamos con padres de los chicos que también defienden el club. Porque con el fútbol de Drummond sacamos a muchos chicos de las esquinas, de la droga, de la calle. Es un lugar en donde los profes los acompañamos, aconsejamos, contenemos e incluso los retamos cuando hace falta. Somos padres también. Y hemos logrado que esas rivalidades entre bandos de la zona desapareciera. Porque siendo parte de un mismo equipo pudimos disolver esos enfrentamientos”, confió Jonatan.
Y concluyó: “Es triste que no valoren la actividad real de este club que es muy necesario en la zona, que de por si, es olvidada por los gobernantes. Sin progreso. Pero que nosotros defenderemos, luchamos por nuestro lugar, por el barrio, por nuestros pibes. Y sería buen contar con la solidaridad de la gente”.