El joven boliviano de 23 años, Ricardo Aucachi Cisneros, conducía totalmente ebrio por la lateral norte del Acceso Este, donde atropelló y mató a una niña de dos años y a una joven de 21.
Ayer, el fiscal Fernando Giunta, que tiene a cargo a la investigación, le aplicó la calificación más grave por el delito que cometió: fue imputado por doble homicidio simple. De ser enjuiciado bajo esta figura, podría ser condena entre 8 y 25 años de prisión.
El fiscal entendió que Aucachi Cisneros circulaba sin las luces correspondientes encendidas y con 1,81 gramos de alcohol por cada litro de sangre, era muy factible que en esas condiciones podían ser fatales.
Además, trascendió que el joven boliviano, apenas fue detenido por un expolicía que lo persiguió en su moto, dijo: "Me mandé una cagada". Y luego lo amenazó al exuniformado diciéndole que también podía matarlo a él.