La provincia de Mendoza es un destino turístico consolidado en los mercados nacional y los limítrofes Chile y Brasil; en el primero por cercanía geográfica e historia y la motivación de la gastronomía y la recreación nocturna, y con Brasil por un trabajo de promoción que comenzó en 2005 y que nunca se interrumpió y que encontró su mejor performance en 2017 por la ansiada conectividad aérea que ofrecen Latam y Gol. Brasil, que originariamente fue motivado por la conjunción montaña/nieve, es hoy el mayor consumidor de enoturismo.
Como mercados reales y de larga data, pero históricamente de escasa presencia relativa, se encuentran países europeos como España, Alemania, Reino Unido e Italia y los norteamericanos Estados Unidos y Canadá, como así también Uruguay, todos ellos motivados fundamentalmente por la naturaleza, donde el cerro Aconcagua es un ícono de gran fortaleza y también por su ubicación geográfica estratégica entre dos capitales latinoamericanas como Buenos Aires y Santiago de Chile. Estadísticas recientes de la Secretaría de Ambiente registran un 45% más de visitantes en el cerro, comparando este último bimestre con el mismo de 2017.
Finalmente se encuentran los mercados emergentes que surgen de la nueva conectividad que brinda Mendoza -que pasó de 115 vuelos semanales en 2015 a 210 en este diciembre de 2018 –se hace referencia aquí a: Perú, Colombia, Bolivia y países de Centroamérica. Estos llegan principalmente motivados por vacaciones y ocio (85%), visita a familiares y amigos y en tercer lugar negocios y congresos.
Nueve son las líneas aéreas que están hoy volando a Mendoza. En esto influyó la renovación del aeropuerto, la participación del Gobierno mendocino en las audiencias públicas de nuevas rutas, y las negociaciones del propio Gobernador Cornejo con las líneas aéreas, como así también para ampliar los convenios de bilateralidad que dan lugar a más vuelos internacionales como fue en el caso concreto de Copa Airlines.
El crecimiento total en la cantidad de turistas fue de un 5%, llegando este 2018 a 3.75 millones, de los cuales 800.000 fueron turistas internacionales (crecimiento del 16%). En la composición de la demanda los extranjeros fueron el 21,3%.