Todo comenzó cuando Sánchez Rey quedó con su mano atrapada contra un portón del Poder Judicial el 2 de mayo del año pasado. Por el accidente, se determinó alrededor de 20% de incapacidad, Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la rapidez con que se movió su expediente.
El juez llega a un acuerdo con la ART Provincia por 4 millones y medios de pesos. Hasta ahí sería un accidente laboral y puede cuestionarse la sumo o el arreglo que se hace con la ART. Además teniendo en cuenta que su abogado es su propio hijo, Diego Sánchez Azcona.
El mayor cuestionamiento se da porque este juez es de la Quinta Cámara Laboral, es decir que los camaristas que tienen que homologar ese acuerdo son sus propios compañeros, más dos camaristas. El único que se excusó fue Antonio Sánchez Rey, pero no hicieron lo mismo sus dos compañeros que eran Jorge Rolando Consolini y Viviana Gil. Por un lado admitieron que estaban en falta en un artículo del Código Penal, pero la causa siguió su curso y eran ellos los que los que iban a tener que homologar ese acuerdo.
Todo esto generó un revuelo y un malestar incluso en el mismo Gobierno. "Yo he venido diciendo que hay un montón de negociados", disparó con dureza el gobernador Alfredo Cornejo. Y agregó: "Hay varios casos de ese tipo y abogados y estudios vinculados a la Justicia Laboral. Eso es inseguridad jurídica".
La Suprema Corte ha iniciado una investigación a estos tres camaristas para que hagan un descargo y ver como se ha ido dando toda la situación. Ayer se conoció que esta causa no va a tener que ser homologada por estos camaristas, sino que va a pasar a la Sexta Cámara del Trabajo para que analice este tema.
El Gobierno está analizando la posibilidad de avanzar con un Yuri contra estos camaristas que no se habían excusado. Pero por lo menos la causa ya no la van a tener que resolver los propios compañeros del juez.