El lunes en la mañana hubo una audiencia de control jurisdiccional pedida por la defensa para solicitar la libertad de Juan Carlos Guerrero y de su esposa, Susana Hurtado, acusador por el caso del crimen de Norma Carleti, ya que se vencieron los plazos de la audiencia de prisión preventiva. Y también para que se deje libre a Ever Guerrero porque técnicamente no hay proceso contra él.
Sin embargo, la defensa debió recurrir a un recurso extraordinario como el hábeas corpus dados los hechos particulares que suscitaron en la audiencia.
La jueza del Valle de Uco Teresa Di Bari inició la audiencia poniendo en conocimiento que la querella la había recusado por notas periodísticas publicadas en diferentes medios en donde daban cuenta de una supuesta relación entre Di Bari y el abogado defensor, Pablo Cazabán. Además, tanto la querella como la fiscalía habían pedido la suspensión de la audiencia.
Si bien la jueza rechazó la recusación de la querella, se inhibió por violencia moral, por lo cual la audiencia quedó trunca, en la nada.