Teresita Reinoso es un claro ejemplo de que la voluntad no tiene barreras. A sus 75 años terminó el colegio secundario en un SENS de Rodeo de la Cruz, Mendoza. Obtuvo uno de los mejores promedios y es primera escolta de la Bandera Nacional.
Esta mujer, madre de tres hijos, quedó huérfana de padre cuando tenía 6 años y una hermanita de seis meses. Con mucho esfuerzo, su madre logró que terminara el primario, pero el secundario no pudo hacerlo, tuvo que salir a trabajar para ayudar en la casa.
En 2015 una de sus nueras la sorprendió y le dijo: "Ya la inscribí en la escuela, mañana empieza". Y fue así como se lanzó a cumplir este sueño postergado.
"He tenido mucha contención y ayuda. De profesores, del director, de los celadores, de las preceptoras y de todos mis compañeros. A la gente que esté en mi lugar, que sea grande y no haya podido completar sus estudios; le diría que lo intente. Porque es algo hermoso, y nunca hay que bajar los brazos", dijo en una entrevista al periodista Ignacio de La Rosa de diario Los Andes.
Ella no bajó los brazos ni aún cuando le tocó enfrentar uno de los momentos más duros de su vida: la muerte de su esposo, en marzo de este año.
“Cuando mi marido enfermó, estuve 2 días sin ir al colegio. Y fue el director (Julián Bustos) a mi casa y me preguntó qué estaba haciendo ahí encerrada, y me incentivó para que volviera. Yo estaba desde las 16 hasta las 19.20 en la escuela y mucho a mi esposo no le gustaba eso”, rememoró.
En la etapa final de su vida, Carlos entró en un cuadro de demencia senil y desconocía a su propia esposa, “aunque siempre decía que Teresita Reinoso era el amor de su vida, nunca olvidó mi nombre”, recordó emocionada la mujer.