Un busca de pistas y en una intensa búsqueda están los investigadores abocados al caso de dos jóvenes de El Algarrobal que desaparecieron el fin de semana.
Uno de ellos fue encontrado muerto con tres balazos y el otro, su cuñado, sigue siendo buscado. Se sospecha de un doble crimen y podría estar vinculado a un tema de drogas.
Es un misterio qué pasó con Mauricio Valdez (26), el hombre que el viernes pasado por la noche salió de su casa de El Algarrobal, Las Heras, junto con su cuñado, Carlos Nelson Martínez (24), en busca de un lechón que luego iban a faenar. Se dirigían a la zona de El Borbollón, a un puesto, para conseguir el animal.
A partir de ese momento ocurrieron varias cosas. Entrada la madrugada del sábado, la familia de estas personas radicaron la denuncia de averiguación de paradero por ellos en la Comisaría 14.
En esa misma jornada recibieron un llamado anónimo en el cual les decían que los dos habían sido asesinados. Con este dato, la policía hizo rastrillajes en El Borbollón, pero sin resultados.
Fueron los propios parientes de los jóvenes quienes en la mañana del domingo hallaron a Martínez sin vida en un cauce ubicado, en una planta de residuos de la zona.
Los datos de la autopsia En el Cuerpo Médico Forense establecieron que Carlos Martínez presentó tres heridas de arma de fuego: una en el pecho, otra en la pantorrilla y una cerca de la nuca.
Esta última lesión es tomada como un indicador para los pesquisas, debido a la forma en la que lo habrían ultimado. "Da toda la impresión de que es un crimen que responde a problemas de drogas. Por los disparos y por el lugar en el que lo dejaron abandonado", comentó una fuente cercana al expediente. No se descarta que haya existido algún problema con un puestero.
Tras la autopsia, también se pudo establecer que a la víctima le dispararon con un revólver calibre 22.
