Pablo Correa diseñó una silla de ruedas adaptada, que tiene una bici en la parte trasera.
Este invento, que intenta que los discapacitados motrices no se pierdan una experiencia tan linda como es andara en bicicleta, se probó en Albardón y ahora tiene pedidos de todo San Juan.
Recientemente, pudo probar otra silla de ruedas adaptada en Pocito y pronto lo hará en Jáchal.
Esta bici tiene una especie de asiento en la parte frontal, donde se ubica a la persona con dificultades. El que está en el asiento de la bici hace el esfuerzo y el que va adelante puede disfrutar de la experiencia de andar en bicicleta.
Pablo no es ingeniero pero es dueño de un gran corazón, lo que le permitió diseñar este invento que pudo ver la luz gracias a la colaboración de un grupo de amigos, que aportó su ingenio para crear esta bici adaptada para personas con problemas motores. Ahora la idea es hacer otra para una jovencita del departamento.
Pablo está casado, es padre de tres hijos y siempre le gustó ayudar. La solidaridad es su motor. Se puso al hombre una campaña solidaria para colaborar con Lautaro, el niño con cáncer que falleció recientemente pero que pudo cumplir con el sueño de conocer a sus ídolos de San Martín. Fuente: Tiempo de San Juan