Desde malabares en los semáforos, pedido de limosneas en el transporte o bien los que ayudan a sus padres en las diferentes cosechas son las modalidades más conocidas y combatidas de trabajo infantil en el país.
Según La Nación, los nuevos datos aportados por el Gobierno visibilizan una modalidad mucho más difícil de detectar: el trabajo doméstico intensivo. Limpiar la casa, cocinar y cuidar a los hermanos más chicos o a algún adulto mayor son algunas de las tareas más comunes.
La vulneración de derechos se da cuando los menores son los únicos responsables de llevar adelante estas acciones, cuando eso los obliga a dejar o descuidar la escuela, los expone a peligros y les quita tiempo de juego.
Según las nuevas cifras de la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (Eanna) 2017 -elaboradas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social junto con la OIT, Unicef y otros organismos-, son 715.484 los chicos de 5 a 15 años que realizan trabajo infantil en la Argentina (el 9,4% del total).
En la región de Cuyo, se trata de 51.545 chicos, el 8,6%.