La excusa fue un partido. Tal vez, el partido que Genaro Fortunato debía haber jugado. El jugador del Belgrano Rugby Club de San Rafael, Mendoza, de jóvenes 25 años, murió días atrás atropellado por su pareja en un confuso episodio. El pibe iba a ser padre.
Fortunato fue recordado en la previa del juego ante Huzihuel RC. Sus compañeros pisaron el campo de juego en medio de un pasillo formado por los chicos de Inferiores, con sus manos llenas de globos con los colores del club. Luego se juntaron en el medio de la cancha con sus rivales y hacer un minuto de silencio.
El momento más fuerte de la jornada se vivió cuando se le entregó a su madre una camiseta enmarcada de su hijo. Fue tan fuerte la escena que la señora se abrazó fuertemente a Miguel, el padre de Genaro, de quien estaba divorciado.
A un costado se encontraba, según consignó el reporte del diario Clarín, Agostina Quiroga, la mujer que espera un hijo del rugbier.