Aunque las autoridades sanitarias provinciales prefieren no hablar de tendencias -sobre todo porque es demasiado pronto y la pandemia de coronavirus ha demostrado ser dinámica y cambiante-, lo cierto es que los registros de los últimos días parecen evidenciar que la pandemia está dando una tregua. Algo muy similar, tal vez, a lo que ocurrió en Europa luego de la primera ola (aunque actualmente está en pleno auge la segunda ola de contagios en aquel continente).
Y es que al amesetamiento de casos y la baja de ocupación en las terapias intensivas de Mendoza se suman otro dato, al menos, alentador: el reporte diario del viernes registró por primer vez desde el inicio de la etapa crítica de la pandemia (julio, agosto y septiembre) que en Mendoza hubo más pacientes que tenían Covid-19 y se recuperaron durante todo el viernes, que casos nuevos confirmados en esas 24 horas.
De acuerdo al reporte difundido a última hora del viernes 6 de noviembre, a lo largo de la jornada se confirmaron 503 contagios (435 por resultados de testeo y 68 por nexo clínico -personas que viven con testeados positivos y a quienes se los contabiliza como tal-); mientras que recibieron el alta en esas 24 horas, 544 personas.
Si bien esto no implica bajo ningún punto de vista bajar la guardia, sino que es un invitación a reforzar aún más las medidas (distancia social, uso de tapabocas, ventilación de ambientes); lo cierto es que es la primera vez en casi tres meses en que Mendoza tiene más recuperados que contagiados en 24 horas.
Bajó la ocupación de camas
Otro dato alentador con que culminó la semana epidemiológica en Mendoza es el descenso en la cantidad de camas UTI (Unidad de Terapia Intensiva) ocupadas. De acuerdo al último informe del Ministerio de Salud de la Provincia, en el Gran Mendoza la ocupación llega a 79,15%, mientras que en todo el territorio provincial llega a 70,89%. Hacía ya varios meses que la ocupación en ambos índices estaba por encima de 80%.
Hace unos días, el gobernador Rodolfo Suarez oficializó el pedido a la Nación para que Mendoza regrese a la etapa de distanciamiento, lo que -entre otras cosas- permitiría el regreso de las reuniones familiares en casas particulares los fines de semana (al menos de forma legal). La Provincia está a la espera de la contestación del Ejecutivo nacional.