Después de siete meses cerrada, la terminal de ómnibus de Mendoza restableció sus actividades, aunque de manera limitada, ya que, por ahora, solamente pueden viajar pasajeros con algún justificativo laboral o de salud.
Como sucede con las demás actividades habilitadas, hay que respetar un protocolo sanitario, que incluye el uso obligatorio de tapabocas, la reducción en la capacidad de los micros y la suspensión del servicio de catering.
Unas 26 personas arribaron este lunes a la Terminal desde San Juan. El micro partió a las 7 y llegó cerca de las 10 a Guaymallén, con el 63% de ocupación de asientos.
En la terminal mendocina, que cuenta con salas de embarque y en plena remodelación hace algunos años, hubo abrazos, lágrimas y expectativa por la llegada de los pasajeros luego de tanto tiempo sin actividad. Asimismo, los comercios y los cafés alistaban la higiene y los protocolos para reabrir.
La habilitación del transporte terrestre de media y larga distancia se hizo oficial a través del decreto 792/2020 del Gobierno nacional, que exceptuaba tanto a este servicio como a los vuelos del aislamiento. No obstante, solo algunos pasajeros "esenciales" pueden viajar (no está habilitado aún el turismo).
Autoridades del sector adelantaron que el servicio se irá adecuando de acuerdo a la evolución de la pandemia.
Cómo se viaja en pandemia
En la estación terminal deberán establecerse accesos independientes para el ingreso y el egreso, habilitar salas de espera exclusivas para personas que revistan factor de riesgo y deberá aumentarse la frecuencia de limpieza de baños y lugares públicos, que deberá realizarse con productos desinfectantes y con una frecuencia que vaya en proporción al flujo de personas que circulen.
Los locales comerciales que se encuentren autorizados a abrir, deberán cumplir las pautas generales de prevención y los protocolos específicos que correspondan a su actividad, y se prohíbe el acceso a salas de espera y plataformas de personas que no harán uso del servicio de transporte, a excepción de aquellos que requieran asistencia.
También se realizará control de temperatura a los conductores antes de tomar el servicio como a los pasajeros antes de ingresar al ómnibus, y la unidad deberá permanecer ventilada antes y luego del servicio.
En forma previa al ingreso del ómnibus, el pasajero deberá completar una declaración jurada donde conste que se encuentra incurso en las causales previstas de la cuarentena.
En el viaje, la capacidad queda limitada a 37 pasajeros en Semi Cama (60%), 26 en los de Cama Ejecutivo (65%) y a 18 en Cama Suite (80%), y se estableció que se deberán realizar 20 renovaciones de aire por hora a través del aire acondicionado de la unidad en modo no recirculación.
Mantas, almohadas, revistas y auriculares están suspendidos, lo mismo que el servicio de catering, máquinas de café y jugo, aunque en todos los casos el pasajero podrá llevar sus propios suministros para el viaje.
El descenso del micro será ordenado por filas, respetando las distancias sociales requeridas y, al retirar el equipaje, se debe realizar una fila manteniendo la distancia social de 1,5 metros y se proveerán dársenas de arribo y de partida debidamente identificadas para que los pasajeros que desciendan no tengan contacto con los que asciendan.