Tras ocho meses de cierre, los salones de fiesta mendocinos se reinventan

Sin posibilidad de celebrar fiestas de 15 y casamientos, los salones apuestan a funcionar como restaurantes para hacerle frente a la pandemia.

Tras ocho meses de cierre, los salones de fiesta mendocinos se reinventan
salones de fiesta que se reinventaron en Mendoza

Los salones de fiesta son uno de los rubros más golpeados por la pandemia. En marzo cerraron sus puertas y tuvieron que reprogramar las fechas de cumpleaños de 15, casamientos, cenas de egresados, entre otras celebraciones que habían sido pactadas para este 2020.

En un primer momento, septiembre era el mes que esperaban para el regreso de la actividad. Sin embargo, este fue el mes con más casos de coronavirus en la provincia, por lo que fue imposible pensar en una reapertura de los salones.

Fue por eso que muchos buscaron reinventarse convirtiéndose en restaurantes con promociones y ofertas atractivas para atraer nuevos clientes. Otros, optaron este tiempo sin actividad por hacer remodelaciones y cambios estructurales de cara al regreso de las fiestas, cuando todo se restablezca, como es el caso de la Bodega del 900.

Los almuerzos en La Juana.
Los almuerzos en La Juana.

De salones de fiesta a locales gastronómicos

En la provincia son muchos los salones de fiestas que solicitaron a sus respectivos municipios la habilitación para funcionar como locales gastronómicos. Otros que ya la tenían, aunque son los menos, abrieron hace algunos meses bajo esta modalidad para poder paliar los gastos de mantenimiento del lugar y del personal.

Este último es el caso del salón La Juana de Luján de Cuyo, que en agosto abrió sus puertas como restaurante con almuerzos los fines de semana. "Ahora estamos incorporando cenas y en noviembre sumamos desayunos saludables", contó José Tamborini a Vía Mendoza.

"Teníamos la habilitación de restaurante antes de la de salón de eventos. Mantuvimos siempre las dos habilitaciones y gracias a eso pudimos arrancar temprano", contó Tamborini sobre la nueva apuesta del lugar.

Y resaltó: "Realmente es para poder mantener la estructura y poder darle trabajo a la gente, mantenerse uno ocupado. Pero si hacemos un balance de los económico, estamos aguantando. Con todas las expectativas puestas en el verano, que es cuando creemos que puede prender un poco más".

E hizo hincapié en lo difícil que es para el sector cambiar el servicio: "Es otra actividad, por más que parezca similar a los eventos. Es otra planificación, tenes que tener mayor oferta de productos porque no tenemos menú fijo".

En el caso del salón Palatium del Challao en Las Heras, están trabajando con un formato de apertura con fechas programadas, como hicieron para el Día de la Madre.

Palatium.
Palatium.

"Ofrecemos un menú de tres pasos porque como no se puede hacer bandejeo, que es lo que nos caracteriza, tuvimos que adaptar el servicio a las mesas de seis personas", comentó Diego Peixoto, gerente de Palatium.

Además, desde la empresa ofrecen un servicio pensado para que las empresas puedan hacer las fiestas de fin de año sin baile ni barra, con mesas de hasta seis personas y siguiendo el protocolo sanitario que estableció el Gobierno.

"Será solo con reserva. El salón va a quedar cerrado exclusivamente para el cliente con la cantidad de mesas que reserve", dijo Peixoto.

Por su parte, el salón El Casco de Godoy Cruz ofrece los domingos un servicio de asado campestre en los jardines del lugar. El domingo 18 de octubre fue el primer fin de semana en el que lanzaron la propuesta y decidieron mantenerla.

Los jardines del Casco.
Los jardines del Casco.

"Abrimos para el Día de la Madre que fue cuando conseguimos que el municipio nos habilite como restaurante y con eso estamos cubriendo algunos gastos fijos. Un salón tiene gastos muy altos mensuales por el tipo de conexión de energía, de gas y demás", relató Mauricio Sequeiros, concesionario del salón El Casco.

"Los gastos nunca pararon y a los salones nos trajo muchas complicaciones no estar ya ocho meses sin trabajar", señaló Sequeiros.

Fiestas reprogramadas e incertidumbre

Los salones de fiesta realizaron las últimas celebraciones el 14 de marzo y muchos casamientos y celebraciones de 15 debieron postergarse por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que decretó el Gobierno.

"En un principio fuimos reprogramando fechas, las que tuvimos que volver a reprogramar para el año que viene", explicó José Tamborini de La Juana. Es que en marzo se barajaba la idea de que iban a poder volver a funcionar en septiembre, algo que no ocurrió.

"Con los clientes hemos tenido muy buena relación, todos han entendido que estamos en una situación complicada y el rubro nuestro creo que ha sido el más golpeado porque desde el 14 de marzo que no hacemos eventos", expresó Tamborini. Y agregó: "Nos desespera un poco no tener una fecha de comienzo".

Palatium.
Palatium.

En Palatium trabajaron en base a la necesidad de cada cliente y las ganas de hacer o no la fiesta. "Algunos decidieron trasladar la fecha un año completo para no quedar dentro de la temporada de invierno", explicó Diego Peixoto.

“Hasta ahora se ha reprogramado todo, no hemos tenido problemas y los clientes tienen muchas ganas de hacer su evento”, añadió el gerente de Palatium.

En el caso del Casco, solo dos clientes se dieron de baja por problemas personales y a los demás les reprogramaron los festejos a partir de marzo del 2021. "Tuvimos que reprogramar en varias oportunidades según expectativas", comentó Mauricio Sequeiros.

Y resaltó que "en el caso de los cumpleaños de 15, va a ser una fiesta cercana a los 16 con un estilo seguramente diferente. En esos casos, si tenían prevista una cena, harán un cóctel. Con la mayoría no solo estamos reprogramando la fiesta, sino el tipo de fiesta también", indicó Sequeiros.

El Casco.
El Casco.

"Hay gente que ha postergado para septiembre, octubre del año que viene para asegurarse que van a tener un evento sin restricciones porque seguramente en marzo vamos a poder trabajar, pero con alguna restricción", dijo el encargado del servicio de gastronomía de ese salón.

"Vamos a presentar un proyecto al Gobierno para que en la misma modalidad de restaurante se puedan hacer algunos festejos de fin de año, de 20 o 30 personas, para combatir las fiestas clandestinas. Serían sin baile, sin barra y con una persona encargada de hacer cumplir el protocolo", adelantó.