Luego de la conferencia de prensa que dio el gobernador Rodolfo Suarez desde el cuarto piso de Casa de Gobierno, algunos sectores se mostraron en contra de las nuevas medidas. Quien no tardó en publicar una carta abierta fuel el Padre Obispo Marcelo Daniel Colombo, quien se encuentra a cargo de la Arquidiócesis de Mendoza.
"La preocupación por el COVID19 no nos deja y el bien común nos sigue pidiendo esfuerzos adicionales que debemos afrontar en función de la vida que queremos proteger. El mandamiento del amor de Jesús nos urge en esa dirección. La realidad mendocina pide mayores cautelas en razón del incremento de casos, la extensión de la circulación del virus y la poca disponibilidad de camas de terapia intensiva", comienza la carta, explicando el contexto actual.
Luego argumenta el buen manejo de la situación en cada Iglesia, con respecto al coronavirus: "En esta etapa de las disposiciones estatales, se restringe a diez personas el número de asistentes a las celebraciones religiosas en el Gran Mendoza. Hasta ahora no habíamos tenido ningún problema en materia de cumplimiento de disposiciones sanitarias, según pueden atestiguarlo los inspectores de los municipios. Quiero agradecer por ello, especialmente a los párrocos y sus colaboradores".
Luego de esa introducción, el Obispo Colombo dirige una palabras poco amigables hacia el gobernador mendocino: "Nos asombran y lamentamos mucho, las declaraciones del Señor Gobernador en relación a su diálogo con numerosos sacerdotes a quienes habría instado a desalentar la participación religiosa. Ciertamente no nos constan esas conversaciones con el clero de Mendoza. Esta Iglesia tiene una institucionalidad y responsables; la ligereza de esas palabras deja a la vista la falta de respeto con que se nos trata, sin valorar el cumplimiento cuidadoso con que se actuó desde el comienzo de la cuarentena. Más consideración han merecido los gimnasios y restoranes. La salud espiritual de los mendocinos también merece ser respetada y alentada".
Para finalizar el Obispo se dirigió a toda la comunidad, especialmente a los párrocos, y pidió que se cumplan todas las medidas dispuestas por el gobierno para apalear el bote epidemiológico. "Tenemos la misión de animar la esperanza de nuestro pueblo, seguir cuidando la vida y no desalentarnos frente a las adversidades", finaliza la carta.