La pandemia no fue un impedimento para que una escuela se reúna y genere una gran acción solidaria que involucró a docentes, directivos, alumnos y egresados. Una cadena solidaria que se multiplica y da alivio a aquellos que están pasando un difícil momento.
Todo inició en diciembre, José Luis López, un profesor de el Instituto de Educación Superior de 9-027 de Guaymallén, leyó una nota periodística en la que se necesitaban padrinos para los niños del comedor Corazones Felices por navidad. Él se contactó de inmediato con Paola y Soledad Castro, las encargadas del lugar, y junto a su familia comenzaron a apoyarlas.
José rápidamente generó un vínculo con el comedor, ubicado en El Sauce y con la ayuda de amigos y familiares, todos los meses intentaba llevar algo de utilidad. “Ellas tenían la idea de hacer un comedor y me pidieron que hagamos algo para conseguir ladrillos, y ahí me empecé a mover más. Haciendo publicaciones, la rectora se enganchó y con otros más pudimos conseguir mil ladrillos”, explicó José. “A partir de allí, fue ella la que nos movilizó para hacer todo esto”, agregó.
Así nació "IES Solidario", una iniciativa que se organizó rápidamente para poder brindar ayuda a quienes más lo necesitan. Por WhatsApp se difundió la idea y en pocos días ya era un gran grupo solidario que se dedicó a buscar donaciones.
Corazones Felices recibe cada día a 250 personas, entre niños, familias y adultos mayores. Allí, Paola y Soledad brindan almuerzo y merienda, pero no solo quieren calmar el hambre. "Queremos llegar a más personas. Sacar las fotocopias para los niños que no pueden imprimir las tareas de la escuela, solicitar máquinas de coser y agrandar el lugar para que podamos recibir en un espacio digno a quienes vienen por ayuda, y para eso necesitamos ayuda", afirmaron ambas.
"La docencia y esto que estamos haciendo está totalmente conectado. Pensar en el otro, estar atento al otro", dijo José. "Hay mucha gente que quiere ayudar y a partir de eso fuimos haciendo contacto con varios chicos que se sumaron", continuó.
La iniciativa juntó cientos de alimentos, juguetes y elementos útiles para el comedor. Manteniendo distancia social por la pandemia por coronavirus, varios autos salieron desde la calle Rodriguez Peña de de Guaymallén ayer con destino al comedor Corazones Felices.
Natalia Vargas, otra profesora del Instituto nos comentó que ante el aumento de personas que asistían al lugar el merendero se tuvo que transformar en comedor. "Nosotros somos un instituto de formación docente, que tiene profesorados de nivel inicial y primaria, entonces nuestra principal preocupación desde un inicio fue las infancias. Pensar que muchos de los niños del comedor se ven afectados en todas sus necesidades básicas y derechos nos afectó, nos activó y nos unió", dijo Natalia.
El comedor Corazones Felices se encuentra en el callejón Vargas 6001, El Sauce, Guaymallén. Las necesidades allí son muchas y cualquier donación de alimentos, útiles escolares, ropa, etc., es de suma utilidad. Para todos aquellos que deseen colaborar, pueden comunicarse llamando al 2616787807.