El asalto a dos jóvenes llevó a los efectivos a dar con un domicilio en el barrio Bancario de Godoy Cruz donde funcionaba un "aguantadero". Tras un operativo, detuvieron a cuatro personas y secuestraron drogas, dinero y armas blancas que guardaban en el lugar.
El operativo ocurrió la noche del martes, luego de que dos jóvenes de 19 y 20 años fueran engañados por una joven quien les ofreció un celular por redes sociales. Ambos se dirigieron hasta el punto de encuentro, una casa de calle Necochea al 700 donde iban a concretar la compra.
Al llegar al lugar, una joven los invitó a pasar para entregarles el teléfono, pero los compradores fueron sorprendidos por tres sujetos, dos de los cuales portaban armas blancas. Estos los amenazaron para que les entregaran el dinero y sus pertenencias, pero a uno le acuchillaron la mano cuando intentó resistirse.
Finalmente, los jóvenes les entregaron todo lo que tenían: un rompevientos, un par de zapatillas Nike, dos billeteras con 30 mil pesos en total, un celular Motorola y otro Huawei, un cargador, una mochila, un morral y un barbijo, detallaron fuentes del caso a diario El Sol.
Los jóvenes lograron escapar y dieron aviso a la Policía. Con la información provista por las víctimas, efectivos de la Unidad de Acción Preventiva (UAP) se trasladaron hasta el domicilio en el que habían sido atacados los jóvenes.
En el lugar detuvieron a dos mujeres de 19 años, y dos menores de edad, de 16 y 17 años. Luego, tras realizar un registro de la casa donde vivían los presuntos autores, encontraron marihuana y casi un kilo y medio de cocaína, el cual tiene un valor cercano al millón de pesos.
Además, encontraron debajo de una cama cuatro cuchillos de grandes dimensiones. En esa habitación, que pertenecía a una de las sospechosas, también habían cuatro martillos rompecristales de colectivo, un caño de un metro de longitud y una bolsa de nailon con marihuana.
Sobre la mesa del luz, dieron con la billetera de una de las víctimas del robo y con otras pertenencias.
Debido a la importante cantidad de estupefacientes, no descartan que funcionara como quiosco de venta drogas. También existen fuertes sospechas de que el sitio funcionaba como un bulo, donde se prostituían algunas jóvenes, revelaron fuentes de la investigación. Incluso, los vecinos definieron el lugar como un "aguantadero".
Los sospechosos fueron trasladados hasta la Comisaría 34ª y luego iban a ser llevados hasta una sede judicial. Quedaron comprometidos por el asalto y la tenencia de los estupefacientes.