El Arzopispado de Mendoza anunció ante la declaración de Emergencia Sanitaria obligó a la Iglesia a suspender las misas desde este viernes.
El comunicado remarca que las Iglesias seguirán abiertas en "los horarios habituales en la medida de las posibilidades de los sacerdotes y sus colaboradores".
Y agrega: "Nuestros enfermos y ancianos, nuestros pobres, los niños y jóvenes, nuestras familias, deben sentirnos más que nunca cerca y presentes en sus vidas según sea la específica necesidad".
Además, alcara que los sacerdotes continuarán celebrando la Eucaristía pero sin participación de fieles: "se harán presentes a través de los distintos medios audiovisuales, en la vida de nuestros fieles y sus familias".