"En un momento le metí un golpe muy fuerte en el cuerpo y lo tenía listo, pero el árbitro (el inglés Steve Gray) se metió y no lo pude definir. Después de tantas idas y vueltas, no me quiero quedar con las ganas de volver a intentarlo", declaró Barros.
El combate estaba programado inicialmente para el mes de enero, pero fue llamativamente suspendido por un error en los exámenes médicos del argentino, cuya contraprueba forzó la reprogramación.
Esto obligó Barros a extender su preparación durante un semestre, por lo que llegó a la nueva oportunidad mundialista con una gran carga emocional.
"En los últimos rounds me pedían en el rincón que me la juegue, aunque yo no soy un guerrero, soy un boxeador. Así y todo, no sentía sus manos, no me dolían, pero al final me pescó haciendo cintura, me agarró mal parado y me tiró", precisó Barros en diálogo con TyC Sports.