El periodista mendocino Sebastián Moro murió en Bolivia la madrugada del 16 de noviembre. Había subrido un Accidente Cerebro Vascular (ACV) seis días antes. Ahora su familia contó que al llegar a la clínica donde estaba internado notó que su cuerpo estaba golpeado y rasguñado.
La mamá de Sebastián, Raquel, y sus hermanas, Melody y Penélope hicieron la denuncia ante la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos). Piden que se investigue qué sucedió previo al ACV.
El abogado que las representa, Rodolfo Yanzón, explicó a Página 12: "Sebastián tenía distintos moretones y rasguños en su piel. Por otro lado, surge de la historia clínica donde fue atendido que aparecen politraumatismos. Nosotros la hicimos ver por médicos forenses y ellos dicen que por lo menos hay una muerte dudosa. Más allá del ACV que pudo ser producto de una agresión previa, nos cuentan que ésta no puede descartarse y que hay casi una certeza por los indicadores del informe".
"Hay gente que sabe cosas y está clandestina porque ha pasado por situaciones similares. Recordemos el caso del periodista José Aramayo que fue privado de su libertad y atado a un árbol. Hay llamados telefónicos de Sebastián que fueron borrados", agregó el letrado.
Aramayo es el director del periódico Prensa Rural y de la radio de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), donde trabajaba Sebastián (además de ser corresponsal de Página 12).
El abogado de la familia de Sebastián dijo: "Por supuesto que tenemos un problema porque las autoridades de Bolivia les exigieron a los familiares la cremación para poder sacarlo del país (...) no podemos tener lo que nos indicaría una autopsia. Pero confiamos en la lectura fina que están en condiciones de hacer los médicos porque hay un escenario previo para pensar que ese ACV fue consecuencia de una agresión anterior".
Sebastián se había radicado en Bolivia en 2018.