Una empresa mendocina apuesta al trabajo de personas privadas de la libertad

Los internos realizan mobiliario de niños en los talleres que funcionan dentro de los complejos carcelarios de la provincia.

Internos de Olmos donaron atriles, pizarrones y sillas a un Jardín Maternal de Los Hornos. Fotos: El Día
Internos de Olmos donaron atriles, pizarrones y sillas a un Jardín Maternal de Los Hornos. Fotos: El Día

Las autoridades de la Unidad de Producción Penitenciaria informaron que personas privadas de libertad, quienes realizan actividades laborales en los distintos talleres que funcionan dentro de las cárceles, están elaborando productos para una reconocida marca de mobiliario para niños.

Se trata de Barrilete Kids, una empresa que ofrece una amplia variedad de productos que va desde muebles, hasta juguetes. El énfasis de sus productos está apuntado fundamentalmente al diseño, basado en la filosofía Montessori y Waldorf y teniendo como base el handmade.

Para ello, es necesario una producción completamente artesanal, motivo por el cual decidieron que quienes se capaciten para trabajar en la fabricación de estos productos, sean personas que se encuentran alojadas en complejos y unidades carcelarias de la provincia.

Actualmente la empresa está iniciando el camino para convertirse en una organización de impacto, social, ecológico y monetario. De allí, la necesidad de establecer vínculos con la Unidad de Producción Penitenciaria (UPP), encargada de llevar adelante todas las actividades laborales que se desarrollan en los talleres que funcionan en contextos de encierro.

"Estamos orgullosos de ser parte de este proyecto que nos permite, no sólo actualizarnos y mejorar la calidad de nuestros productos, sino también, darle la posibilidad a las personas privadas de libertad, de que trabajen para firmas privadas de la misma manera que lo harían en el medio libre, fundamentalmente adquiriendo hábitos laborales como la presencia temprana y a horario, y la elaboración de productos con altos estándares de calidad", explicaron desde la UPP.

En este sentido, desde el Servicio Penitenciario destinaron espacios dentro de los complejos carcelarios, para el desarrollo de talleres de fabricación, no sólo de productos propios, sino también de empresas textiles, de calzados, y hormigón, entre otros, que mediante convenios elaboran sus productos.

Hoy, cerca de 2.300 personas privadas de libertad están relacionadas activamente a alguno de los cuatro ejes laborales con los que cuenta el sistema penitenciario, ya sea maestranza, que es el acostumbramiento al sistema mediante la limpieza de espacios comunes y la colaboración con personal en sus tareas diarias, el mantenimiento, mediante el aprendizaje de albañilería, electricidad, pintura, con maestros y guías del servicio penitenciario.

Los participantes de los talleres de producción propios o de firmas privadas -que son los que mayor cantidad de internos- abarcan y por último, la figura de los autogestionados, que son aquellos que realizan actividades con donaciones de ONGs o de sus familias, para que sean ellas las que posteriormente las comercialicen, siendo esta una forma de ayuda.

La empresa Barrilete Kids, tiene su génesis en 2016 a partir de la idea de dos amigas, ambas diseñadoras, que se inspiraron en sus sobrinos para desarrollar productos de calidad para niños y niñas, entre los que se destacan las sillas, las mesas, cajones para ordenar los juguetes, carritos de arrastre.

Imagen ilustrativa.