La macabra confesión de Gil Pereg: "Quería sentir el olor de la muerte"

El exmilitar israelí confesó haber hecho un túnel subterráneo para entrar al cementerio de Guaymallén y "mirar los muertos a los ojos".

Gil Pereg
Gil Pereg

El exmilitar israelí Gil Pereg, que está detenido desde enero pasado luego de que los cuerpos de su madre Pyrhia Sarusi (63) y de su tía Lily Pereg (54) fueran encontrados enterrados en una vivienda de Guaymallén, habló en las últimas horas con el portal Infobae.

Confesó que construyó un túnel subterráneo para llegar al cementerio que estaba al frente de su vivienda de Guaymallén "porque quería llegar a los muertos sin que nadie nos moleste. Ellos y yo". Al ser consultado para qué, Gil Pereg contó: "Para mirarlos a los ojos. Para sentir el verdadero olor de la muerte".

Maximiliano Legrand, abogado de Gil Pereg, por su parte, agregó que su defendido le confesó: "Sé que algún día me voy a matar por más que no quiera o no pueda. No puedo controlar a mi mano, que quiere matarme y sé qué lo hará".

"Se quiere suicidar, está muy mal. Se aconsejó y está en evaluación un traslado a un psiquiátrico", anticipó Legrand a Infobae.

Gil Pereg en su celda.
Gil Pereg en su celda.

Gil Pereg, 38 años, es ingeniero electrónico radicado en la Argentina en 2007, está preso en la cárcel de San Felipe, Mendoza.

Por estas horas, está a la espera del resultado de un informe del Programa Nacional de Asistencia para Personas con Discapacidad, con el que buscan concretar el traslado al pabellón psiquiátrico de la cárcel de Ezeiza.

Se rechaza derivarlo a los institutos neuropsiquiátricos locales, pero se establece la necesidad de ciertas condiciones de alojamiento para el imputado. Paralelamente, la defensa de Pereg realizó una presentación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.