El carrito de jamón crudo mendocino que sedujo al New York Times

Una periodista que visitó la provincia recomendó los sándwiches caseros que venden en un puesto al lado de la ruta 7.

El carrito de jamón crudo mendocino que sedujo al New York Times
Carrito de jamón crudo que recomendó el New York Times

De Mendoza se habló en Estados Unidos y no precisamente por los vinos, esta vez fue por un pintoresco carrito que vende jamón crudo en un costado de la ruta. Y, gracias a un artículo publicado en el New York Times, los sándwiches ya trasciende las fronteras.

Se trata del carrito rutero que atiende su propio dueño, Edgardo Campos (37), y el cual estaciona todos los días en la intersección de Ruta 7 y calle Cobos, en Luján de Cuyo a metros de la destilería y del Dique Potrerillos.

Edgardo haciendo maravillas. Foto: Los Andes.
Edgardo haciendo maravillas. Foto: Los Andes.

Campos se enteró de su fama en el extranjero porque el dueño de una bodega le llevó un papel para que él lea. "Pensé que era algo de la Municipalidad y que me iba a tener que ir de acá. Pero cuando me dio la hoja, se rió y me dijo: 'No sé quién habrá comido acá, ¡pero sos famoso!", le relató Edgardo al periodista Ignacio De la Rosa de Los Andes.

Ese papel que le entregó el dueño de la bodega Viñas Cobos a Campos era justamente una copia de la nota periodística que habían publicado el 22 de febrero del 2018 en el diario estadounidense y que hablaba justamente de su emprendimiento.

Al artículo lo escribió Nell McShane Wulfhart y lo tituló: "36 Hours in Mendoza, Argentina". La periodista comió los sándwiches que Campos prepara en su carro, y hasta le pidió tomarse una selfie, cuando estuvo de visita por la provincia.

"Estas vacaciones de invierno vinieron unos porteños que pararon a comer acá y me dijeron que lo hicieron porque vieron la nota", comentó Edgardo y resaltó que como ellos son muchos los turistas que le dicen que vienen a Mendoza para disfrutar de su especialidad.

Cinco años en la ruta

Edgardo Campos hace más de 20 años que se dedica a la producción y venta de jamón crudo y otros embutidos junto a toda su familia. Y, desde hace 5 que vende sus reconocidos sándwiches hechos de jamón crudo en pan casero, con aceite de oliva refinado.

Por el tamaño que tienen pueden comer dos personas y hasta pueden picar cuatro, por 300 pesos.

El carrito de jamón crudo que recomendó el New York Times. Foto: Los Andes.
El carrito de jamón crudo que recomendó el New York Times. Foto: Los Andes.

​"Hace 5 años estoy en este lugar. El primer año estuve en frente, pero me tuve que cruzar porque estaban haciendo unas obras. Antes había estado 6 años en la ruta 40, camino a San Juan cerca del control fitosanitario. Un día un camionero amigo me recomendó instalarme acá, me insistió en que era un punto clave ya que entre la estación de servicio y Potrerillos no hay ningún lugar donde parar a comer algo", dijo el emprendedor.

El hombre vende en la ruta 7 con su carrito de chapas de color blanco, en el que escribió "jamón crudo" con pintura negra. Pero, además de este, tienen un puesto en la ruta 40 -en la zona de Ugarteche-, otro que instalan los domingos en la zona de El Carrizal, uno en la ruta 7 cerca de Fray Luis Beltrán y uno en la zona de la Cuesta de los Terneros, en San Rafael. Todo lo que venden es casero, lo hacen ellos en familia.

"Se frenan autos, micros y camiones a cada rato, ya sea para pararse a comer acá o para llevar. Hay clientes que son fijos, otros son de paso. Y también vienen muchos turistas a los que les cuentan de mi en las bodegas de la zona", rescató Campos.

Todo lo que venden lo hacen ellos. Foto: La Nación.
Todo lo que venden lo hacen ellos. Foto: La Nación.

El artículo del Times

"Las cenas en Argentina se comen tarde, así que aliviá tu hambre con una parada en un 'foodtruck' blanco, en mal estado y con el 'jamón crudo' garabateado de manera poco elegante. Está estacionado al costado de la carretera donde la ruta 7 cruza la calle Cobos, a la vista de las montañas. El dueño cocina hogazas de pan de una yarda y cura el jamón español; luego lo corta a pedido, haciendo sándwiches salados y sabrosos que son la merienda perfecta al final de la tarde. Instalá una silla de plástico, abrí una de las botellas de vino que recogiste en los recorridos del día y disfrutá de la vista bajo el cielo azul brillante​", es la recomendación de la turista y periodista neoyorquina.

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Fuente: Los Andes