La Cámara Textil de Mar del Plata expresó su preocupación por la continuidad de las restricciones que impiden la reapertura de los establecimientos dedicados a la venta de indumentaria y advirtió que a causa de esta situación muchas empresas y comercios del rubro evalúan cerrar definitivamente, lo que conllevará un impacto muy negativo en el empleo.
Desde la Institución remarcaron que la negativa de las autoridades a reconsiderar los alcances de la denominada fase 3, permitiendo que los locales de venta de indumentaria atiendan al público cumpliendo con los más estrictos protocolos, "conducirá al sector a una crisis terminal".
Y aseguraron que por ello continuará "demandando que las autoridades reexaminen su postura", exigiendo que se combine de un modo adecuado la necesidad de proteger la salud de la población con la de garantizar la subsistencia de las empresas, los comercios y sus trabajadores.
Ante este panorama solicitaron a las autoridades reflexionar sobre aquellas decisiones cuyos efectos dañinos ya están a la vista, los cuales se acrecentarán de forma dramática en el corto plazo.
Por ello expresó su decisión de acompañar cada uno de los reclamos que señalen la importancia de asegurar el bienestar general de la comunidad, conciliando el cuidado de la salud con la continuidad de la actividad económica y la protección del trabajo.
La cámara reiteró que "a más seis meses de que se registraran los primeros contagios por COVID-19 en la Argentina ya existen pautas internacionales que posibilitarían que el Estado adopte medidas con una debida diligencia, sentido de la oportunidad y sensatez", indicaron.
La Entidad indicó que en un contexto económico desfavorable, acrecentado por los efectos de la pandemia, las empresas y comercios del rubro ya no están en condiciones de seguir manteniéndose en pie y "advirtió que su colapso tendrá un efecto devastador para la economía de Mar del Plata y la región", según replicó El Marplatense.
En este sentido sostuvo que el único aliciente consiste en "retornar a una situación en la que la actividad y el trabajo funcione de manera controlada y razonable", tal y como lo estipula el "protocolo para esta instancia de fase 3 ya presentado".
Dede el pasado 2, la Cámara ya tiene presentado la adaptación al protocolo a la fase 3.