La periodista Vanessa Bell, curadora especializada en arquitectura y diseño, se propuso comprar la única obra que el destacado arquitecto húngaro Marcel Breuer dejó en América Latina, el Parador Ariston, que se encuentra en estado de abandono a la vera de la ruta 11 y a 20 kilómetros al sur de Mar del Plata.
"Firmé un contrato con los dueños del Parador de Marcel Breuer, Ariston, Mar del Plata. Tengo seis meses para recaudar fondos para adquirirlo con mi fundación", comunicó la periodista en su cuenta de Twitter. Para esto habilitará una plataforma de financiamiento colectivo para recaudar 300 mil dólares destinados a la puesta en valor de la joya de la arquitectura moderna.
Bell contó al Diario La Nación que, "esta aventura empezó cuando un amigo la acompañó a ver el estado en que se encontraba esta construcción en forma de trébol de cuatro hojas, a la vera de la ruta 11 y a 20 kilómetros al sur de Mar del Plata".
"Me propuse encontrar a los dueños y generar una propuesta que asegure la posibilidad de mantener al parador como patrimonio cultural", explicó la joven que además se dedica a hacer tours de diseño y arquitectura en la Capital, pero, que por sus viajes, tiene en otros países múltiples contactos de espíritu altruista, involucrados en la preservación de estos bienes.
Aclara que se trata de "un proyecto filantrópico" que instrumentará a través de la Fundación Ariston, que está en etapa de gestación. Le quedan algo menos de 180 días para recaudar los US$300.000 fijados como valor de lo que queda del inmueble. "Una vez concretada la compra se continuará con la recaudación para financiar todo el proceso de restauración", precisó.
El presidente del Colegio de Martilleros de Mar del Plata, Miguel Ángel Donsini, operador inmobiliario local y uno de los propietarios de la construcción, había anticipado su compromiso de involucrarse en el acondicionamiento y restauración del parador. "Queremos que sea parte del patrimonio cultural de la ciudad, otro ícono marplatense y disparador para una zona muy tranquila y con otra belleza distinta a la del casco urbano de la ciudad", había dicho hace poco más de un mes.
Ayer confirmó al periodista Darío Palavecino, corresponsal de La Nación, que se firmó con Bell un contrato de reserva por 180 días con la opción de compra. "Por supuesto que queremos que se mantenga el mismo destino de restauración", aclaró.
Haces dos meses las investigadoras marplatenses, María Beatriz filantrópico y Marcela Vázquez, realizaron un diagnostico de la estructura de hormigón del parador.
Las especialistas informaron que por el lugar en el que está el parador, a menos de 100 metros del mar, la edificación está expuesta a procesos de corrosión que afectan al acero de refuerzo del hormigón armado.
“En condiciones normales, el hormigón puede prevenir la corrosión del acero de refuerzo […] Sin embargo, la presencia de agentes agresivos propios del ambiente marino deteriora la calidad de esta película protectora y genera condiciones propicias para el inicio de la corrosión de los refuerzos”, detallaron en ese entonces.
La intención es que, recuperado y de nuevo con todo su esplendor, el edificio albergue en su planta baja un bistró, devuelva al piso superior el formato de piano bar que alguna vez supo ostentar y reserve un sector para que allí funcione una suerte de museo con historia del propio parador y la obra de Breuer y del movimiento moderno.