A raíz de la gran inflación que se vive los últimos tiempos en Argentina, no solo afecta a los bolsillos de las personas sino también a los locales comerciales. Tal es el caso del natatorio llamado Aguablanca, ubicado en Bronzini al 1400 de Mar del Plata, a donde llegó una boleta de gas de $65 mil.
Ante el incremento de la factura, el dueño del local Raúl Álvarez aseguró a 0223 que "nos está pasando lo mismo todos los natatorios, clubes y espacios deportivos".
Y agregó: "Llega un momento que los aumentos ya no se pueden trasladar al usuario, no podés cobrar cuotas siderales porque la gente no viene y generás una rueda que te obliga a terminar cerrando", denunció el comerciante.
El lugar, especializado en rehabilitación de pacientes con problemas de columna y kinesiología, tiene una trayectoria de 15 años y, temen que la próxima factura provoque un quiebre en la empresa.
Según explicó la especialista en rehabilitación, Dra. Ana Lescano, el espacio es un recurso muy importante para la salud de los marplatenses y su cierre perjudicaría a cientos de personas.