"Perdón por la letra papá, pero tengo las manos congeladas…". Las palabras, volcadas al final de una conmovedora carta con pulso tenso y letra infantil, fueron escritas hace 37 años por un joven excombatiente desde el gélido suelo de Malvinas, en plena guerra. Aquel papel, evidencia del conflicto bélico y de la intensidad de las emociones del soldado al momento de escribirla, integra -entre otros tantos mensajes- la muestra "Cartas de Malvinas", que abrió este fin de semana al público dentro del Torreón del Monje.
A través de las cartas, el Centro de Documentación Epistolar que conduce el investigador Mateo Niro logró reconstruir en esta muestra algunos de los rasgos de humanidad más intensos del conflicto, donde lo que sobresale son las relaciones interpersonales, la distancia, el frío, la familia, el miedo, el ánimo íntimo de lo cotidiano en las Islas Malvinas.
"Cartas de Malvinas", declarada de interés por el Concejo Deliberante, se integró a la exposición permanente "Mar de Cartas" y quedó inaugurada formalmente este sábado por la mañana con la presencia de Mateo Niro, excombatientes de Malvinas, los responsables del Torreón del Monje, autoridades de la Universidad Nacional de Mar del Plata y concejales de distintas fuerzas.
Las palabras de aquellos jóvenes patriotas enviados en 1982 a las Islas evidencian en estas cartas sus sensaciones en cada momento. "Mandame chocolates por favor, hace frío", le escribía un soldado a su mamá. "Hoy a los ingleses los echamos por tercera vez", contaba a sus padres uno de sus compañeros.
Pero también la muestra recoge cartas escritas por niños que desde las escuelas fueron enviadas a aquellos combatientes a los que se los identificaba como "soldado que no recibe correspondencia".
Algunas de estas cartas eran impulsadas desde las escuelas, con mensajes y dibujos. La gran mayoría se repartía principalmente entre aquellos soldados que no recibían cartas personalizadas. Al azar, a miles de kilómetros de distancia, la palabra de un desconocido irrumpía en la intimidad de la guerra e interrumpía el frío y el destierro.
En diálogo con La Capital, el licenciado en letras, investigador, docente y director del Centro de Documentación Epistolar, Mateo Niro, explicó que "las cartas son una huella de ese conflicto bélico que pone en evidencia los rasgos de humanidad más intensos" ya que "como fuente primaria, la carta permite fijar ese momento y ese lugar, dejando un registro de las emociones a flor de piel que se sienten".
Niro comentó que además de lo que expresan en forma explícita las cartas, "puede verse la caligrafía de esos chicos de 18 o 19 años, el frío, los nervios, el ánimo íntimo de dar cuenta de lo cotidiano; esto refleja como pocas cosas en la historia, esa sensación pequeña que hace a la construcción de la gran historia".
El investigador aseguró que en medio de esta recopilación de cartas, todas ellas vinculadas a Mar del Plata, se encontraron "historias de vida que superan a la guerra", como la de una mujer (Laura) que le envió una carta a un "soldado que no recibe correspondencia" (Miguel Ángel) y después de un intercambio diferido de mensajes y emociones, "terminaron teniendo una relación amorosa después de la guerra y se casaron".
El Centro de Documentación Epistolar viene trabajando hace tiempo en la preservación de las cartas como "una construcción colectiva", ya que "son las personas comunes las que colaboran con el archivo, enviando sus cartas al sitio sobrecartas.com, donde recibimos muchas de Malvinas y empezamos a expandir ese universo gracias a los veteranos de Malvinas, explicó Mateo Niro.
La muestra "Cartas de Malvinas" permanecerá en exposición hasta después de las vacaciones de invierno, todos los días, de 10 a 19, con entrada libre y gratuita, dentro del Torreón del Monje.