Lo ocurrido con el submarino ARA San Juan es una historia que todos saben, y que repercutió muy fuerte en el corazón de todos los argentinos. Pero para los marplatenses, y en especial para aquellos que tienen algún tipo de relación con la marina nacional, fue un hecho que se potenció infinitamente.
Es difícil poder expresar lo que familiares, amigos o ex tripulantes del navío sintieron, como también cómo llegaron a canalizarlo. Bronca, tristeza, la ilusión de al menos encontrar los restos...o rendirles homenaje, fueron algunas de las respuestas. Y este último caso es el que se refleja, por ejemplo, en Guillermo Tibaldi, ex comandante del submarino y capitán de Navío Submarinista retirado.
Con 64 años, nació en Capital Federal y vivió en un sinfín de lugares, pero terminó por enamorarse de Mar del Plata allá por 1983, cuando realizó su especialización en submarinos en La Feliz.
Muchos son los reconocimientos que hoy se rinden a los desaparecidos, pero Guillermo quiso hacer algo especial: con una bandera que lleva el nombre de los 44 marinos, recorrerá desde el muelle en Mar del Plata hasta la base del cerro Aconcagua en Mendoza, corriendo los 1.600 kilómetros, y luego hará el ascenso hasta la segunda cima más alta del mundo, a 6.962 metros de altura por sobre el nivel del mar.
"El ARA San Juan fue mi casa y mi trabajo durante muchísimos años", cuenta a modo de introducción en diálogo con Más Aire. La idea surgió como un reconocimiento a sus camaradas. Con varios de ellos tenía una gran relación.
A su vez, recuerda: "Mientras entrenaba para el Ironman, un día pensaba en qué hacer y me vino a la mente la frase de los expedicionarios: "desde su muelle a lo más alto de la patria", y como lo más alto es la cumbre del Aconcagua, pensé en unir el muelle con la base del Cerro", relata.
Guillermo encarará este desafío sabiendo que no puede dejar ningún detalle librado al azar. La exigencia será alta y deberá estar preparado para todo.
La arriesgada expedición comenzará el 26 de octubre de este año y su protagonista estima que le demandará alrededor de tres meses y medio.
"Esto que voy a hacer es una travesía que se asemeja a una ultramaratón y no hay mucho escrito, por lo que me entreno sólo. Mi idea es hacer alrededor de 30 kilómetros por día para llegar entero a la base y luego ascender", sostiene.
Pero además del desafío deportivo, la misión del marino retirado es contar lo que muchos desconocen: "Antes nadie hablaba del submarino ARA San Juan ni de los otros, por eso mi idea es transmitir y contar sobre la vida del submarinista y todas las labores que se realizan".
A meses de emprender el desafío, Tibaldi reconoce: "Todos me dicen que estoy loco. Ya sé que no es habitual y más a mi edad, pero tengo mucho apoyo y hay muchos corredores que me van a esperar y se sumarán en el camino, corriendo algunos kilómetros".
Guillermo pasó nueve años navegando submarinos y estuvo en el ARA San Juan, el Salta y el Santa Cruz (todos los que tuvo propiedad la Armada Argentina).
Además, integró la Plana Mayor de la Fragata Libertad, entre otros roles. Pero a su vez, también tiene un costado deportivo con exigencias extremas. Subió dos veces a la cima del Aconcagua (el cerro más alto del continente y el segundo pico en el mundo), logró el primer puesto en la Competencia Nacional de Supervivencia en Selva y Monte en 1999 y completó Ironman en todos los continentes.
También corrió la maratón de Malvinas, como parte de un homenaje a un compañero caído en combate. "Es la de 42k que más recuerdo porque fue muy fuerte", sostiene.