En medio de la emergencia sanitaria que atraviesa el país, miles de historias se entrelazan. Familias jugando y riendo, parejas compartiendo, algunos afrontan la soledad, algunos cocinan, otros leen, otros escuchan música, y los más pequeños aprovechan que tienen tiempo ilimitado con sus papás. Sin embargo, esta realidad no es la misma para los profesionales de la salud y sus familias.
Medios nacionales hicieron eco de la historia de Silvina Guerrero (37) y Franco Acosta (32), dos enfermeros riojanos que trabajan en el Hospital de la Madre y el Niño; ella atiende mayormente a embarazadas, mientras que él asiste a pacientes posiblemente infectados de Covid-19. Por eso, para evitar exponerlo a la enfermedad que azota al mundo, tuvieron que separarse de su hijo Valentín de 4 años.
La idea les pareció devastadora y no se ponían de acuerdo, pero finalmente, al mediodía del martes 17 de marzo, Valentín se mudó a la casa de su prima Victoria (9) y su tío Víctor (44), hermano de Silvina. Lo que ninguno imaginó es que la cuarentena se extendiera tanto tiempo, hace 40 días que Valen no ve a sus papás.
"Ya no sé más qué hacer. Lo llamo por videollamada y luego soy yo el que se queda angustiado, triste. Entonces lo llamo por teléfono, pero su vocecita me queda repiqueteando.
", comenta Franco.
Por su parte, Silvina explica que lo lleva un poco mejor, "pero el otro día no me aguantaba estar sin verlo tanto tiempo, llamé a mi hermano y me dijo que Valen estaba durmiendo la siesta. Aproveché que tenía un rato libre y me fui a verlo cómo dormía, pero desde afuera, a través de la ventana. Lo miraba y lo miraba, tan lindo... Me quedé como cuarenta minutos con la mirada clavada, hasta que empezó a despertarse y me fui, no quería que se pusiera mal".
Hace unos días, Franco cumplió años estando en la soledad de una guardia, por eso, Víctor Guerrero, tío de Valen, decidió grabar un video para darle una sorpresa a su cuñado. "Tenía un bajón, no sabés, hasta que me llegó un video que hizo Valentín que me movilizó las entrañas... Llanto y alegría, una mezcla que me sacudió el bajón", cuenta Franco.
"Feliz cumpleaños, papito. Sé que estás trabajando en el hospital con mami y no podemos estar juntos. Cuando pase la cuarentena, ¿me van a venir a buscar, cierto?"
Víctor comenta que "Valen está bárbaro, no es que está triste y llora. Él no para un segundo, juega a la pelota, con los autitos, con los soldaditos, corre en un patio y se divierte con la prima". Silvina y Franco se tranquilizan con las fotos y llamadas, pero hay noches en la que Valen se sienta en la cama y repite que quiere volver a su casa; están esperanzados en que la cuarentena acabe el 10 de mayo.
Frente al difícil momento de sacrificio que atraviesan, y a modo de reflexión, Silvina comentó: "
Quisiéramos que este sacrificio que estamos haciendo con mi esposo pudiera servir para concientizar a la población
y aceptar que estamos en cuarentena. Si Valentín, de cuatro años, entiende perfectamente que no puede ver a sus papás ni tampoco visitar a sus abuelos, ni jugar en la vereda, ni ir a la plaza,
".
Desde VíaLaRioja le enviamos a esta hermosa familia un cálido y virtual abrazo. Gracias por cuidarse y cuidarnos. #QuedateEnCasa