En el día de ayer se repitió la postal que, tristemente, ya tiene acostumbrados a los empleados de la salud pública provincial. Desde las primeras horas de la mañana, los empleados precarizados de los hospitales capitalinos se manifestaron ante el retraso, de más de tres semanas, en el pago de sus sueldos.
Magdalena, una trabajadora precarizada, manifestó que "se suspendieron las facturaciones para quienes trabajan en condición de guardias eventuales. En el Hospital de la Madre y el Niño desde el día de ayer y, en el Hospital Vera Barros, los compañeros no pudieron facturar ni el mes de enero ni el de febrero. Pero los profesionales trabajan normalmente."
Son 1.847 los empleados de la salud pública provincial que se ven afectados por la precariedad de su condición laboral y, algunos de ellos, tienen hasta 20 años de servicio. Por este motivo, y ante la ausencia de respuestas por parte del gobierno provincial, es que prevén realizar nuevamente un acampe frente a casa de gobierno si no se brindan soluciones.
La situación del Ministerio de Salud se ve aún más comprometida porque, ante el acampe de más de dos semanas realizado el año pasado, se prometió un pase a planta progresivo de todos los empleados. Este es un decreto que se espera desde el mes de diciembre y que el ministro, Dr. Carlos Vergara, aseguró que estaba firmado la semana pasada, pero del cual no se tienen novedades.